“El problema es la política, no las personalidades”
Stephen Walt es profesor de relaciones internacionales en la Harvard Kennedy School
Stephen Walt es profesor de relaciones internacionales en la Harvard Kennedy School y coautor, con John Mearsheimer, de El lobby de Israel y la política exterior de EE UU, un libro sobre la influencia de los grupos de presión proisraelíes en la diplomacia estadounidense. Walt respondió a un cuestionario sobre las recientes tensiones entre Estados Unidos e Israel.
PREGUNTA: ¿Cuándo fue la última vez que las relaciones entre los Gobierno de Estados Unidos e Israel fueron tan malas?
RESPUESTA: La primera Administración Bush suspendió brevemente las garantías de los préstamos a Israel en 1992 para indicar su descontento con la continua construcción de asentamiento por parte de Israel. Antes de esto, quizá el punto más bajo fue la guerra de Suez en 1956, cuando Israel, Gran Bretaña y Francia atacaron Egipto y no informaron a Estados Unidos con antelación.
P: ¿Cómo han llegado a este punto EE UU e Israel, Barack Obama y Benjamín Netanyahu?
R: Obama y Netanyahu claramente no se respetan demasiado el uno al otro, pero el problema verdadero aquí es la política, no las personalidades. Hay dos problemas principales. Primero, Estados Unidos cree que una solución de dos Estados es la única manera de resolver el conflicto israelo-palestino de una manera justa y equilibrada. Esto responde al interés de América. Pero Netanyahu se ha opuesto a la solución de dos Estados durante su carrera y continúa oponiéndose. Segundo, a Estados Unidos y a la Unión Europea les gustaría alcanzar un acuerdo negociado sobre el programa nuclear iraní. Netanyahu está rotundamente en contra de esto, y abiertamente se ha puesto junto a los republicanos de Estados Unidos para descarrilar las conversaciones.
P: ¿Existe algún precedente de EE UU aislando a Israel en la ONU, como ahora se plantea?
R: Realmente no. Estados Unidos ha apoyado o se ha abstenido en resoluciones del Consejo de Seguridad críticas con Israel en una o dos ocasiones, pero normalmente usa su poder de veto para proteger a Israel en el Consejo de Seguridad, y presiona a otros Estados para que también voten en contra de estas resoluciones.
P: ¿Qué consecuencias tendrá la controversia actual en las relaciones entre EE UU e Israel?
R: El problema central es que los intereses de ambos estados no son idénticos, e Israel está girando bruscamente a la derecha. Su tratamiento de los palestinos y de sus propios ciudsadanos árabes desentona de forma aguda con los valores de EE UU y con la opinión mundialm y ha socavado de forma significativa la posición internacional de Israel. Lo que sobre todo preserva ahora la ‘relación especial’ entre EE UU e Israel es la influencia política de AIPAC [el principal lobby proisraelí en EE UU] y del resto del lobby de Israel, pero es posible que no sea suficiente si Israel continúa en el curso actual.
P: Recuerdo que en verano de 2014, tras la última guerra en Gaza, que también provocó tensiones entre Obama y Netanyahu, usted me dijo que las relaciones entre EE UU e Israel no cambiarían sustancialmente. ¿Cambiarán ahora? ¿Esta vez es distinto de otras crisis entre presidentes de EE UU y primeros ministros israelíes?
R: Sí, porque el choque de intereses entre ambos países cada vez es más aparente y el propio comportamiento de Israel hace que a sus seguidores en Estados Unidos les resulte cada vez más difícil defenderlo. El apoyo bipartito también está en declive, y muchos demócratas empieza a cuestionarse si Estados Unidos debería seguir dando a Israel un apoyo incondicional. El apoyo de EE UU no se desvanecerá de la noche a la mañana, pero probablemente hayamos dejado atrás el punto culminante de la amistad entre EE UU e Israel.
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