El opositor Borís Nemtsov, asesinado a tiros en el centro de Moscú
El político tenía previsto encabezar el domingo una marcha contra el presidente Putin
El asesinato de Borís Nemtsov, uno de los líderes de la oposición liberal rusa y uno de los más extrovertidos y punzantes críticos del presidente Vladímir Putin, ha conmocionado a los círculos políticos rusos. Nemtsov fue asesinado en la noche de este viernes al sábado cuando caminaba por las cercanías del Kremlin, en la parte que linda con el río Moscova. Según la agencia Interfax, el político, que iba acompañado de una mujer, fue tiroteado desde un vehículo blanco que se dio a la fuga y murió a consecuencia de los cuatro tiros que recibió.
El secretario de prensa de Putin, Dmitri Peskov, ha apuntado esta noche que el presidente había sido informado de lo ocurrido inmediatamente y que declaró que el “cruel asesinato tiene todos los indicios de haber sido encargado y tiene un carácter exclusivamente provocador”. El mandatario, dijo Peskov, expresó sus condolencias a la familia del fallecido.
Nemtsov, de 55 años, era uno de los principales organizadores de la marcha de la primavera contra la guerra en Ucrania, convocada para mañana por la oposición. En el clima de propaganda contra Occidente y contra los políticos de corte occidental propiciado por el Kremlin, su violenta muerte constituye un factor añadido de inestabilidad y siembra inquietantes incógnitas en el panorama político ruso, donde las fuerzas nacionalistas y conservadoras se han consolidado animadas por el liderazgo y la agresiva política de Putin.
En sus últimas contribuciones a su blog, Nemtsov había exhortado a participar en la marcha de protesta y había pedido la unidad de las fuerzas de la oposición para una convocatoria, cuyas consignas establecen un signo de identidad entre Putin y la guerra.
El responsable de los servicios de Interior de Moscú, Anatoli Yakunin, acudió al lugar del asesinato, donde trabajaba un grupo de investigación policial, según fuentes de los servicios de orden público de Moscú, donde se ha puesto en marcha un plan para capturar a los autores del crimen.
Criado en la ciudad de Sochi, en el mar Negro, Nemtsov estudió física y llegó a ser el primer gobernador (de 1991 a 1997) de la provincia de Nizhni Nóvgorod a principios de los noventa, cuando Rusia emprendió el camino de la economía de mercado y aquella provincia del Volga se caracterizó como pionera de las privatizaciones de empresas del Estado. Nemtsov fue después viceprimer ministro de Rusia y durante un tiempo el presidente Borís Yeltsin lo consideró como uno de los candidatos a su sucesión. Sin embargo, los vaivenes de la política rusa lo apartaron de los cargos de dirección; lo que sucedió también con otros miembros del equipo liberal de los primeros años tras el fin de la Unión Soviética. En la actualidad, era copresidente grupo de oposición PRP-Parnás y del grupo Solidarnost.
El político era autor de varios folletos sobre la corrupción del régimen ruso actual y también había investigado y denunciado los enormes costes de la Olimpiada de invierno, que se celebró en febrero de 2014 en Sochi.
Se desconocen por el momento las causas del asesinato y si éste podría responder de alguna forma a la demonización de la que fue objeto el político junto con sus compañeros ideológicos. En su última entrada en su blog, Nemtsov decía que las autoridades rusas comprendían muy bien la importancia del mitin convocado para el 1 de marzo en Moscú, y que por ello habían aparecido 11 solicitudes para realizar marchas en diferentes lugares de la capital (para diluir la principal) y se había organizado la proyección televisiva de una película propagandística sobre la oposición.
Entre las consignas de la marcha de la primavera figuran lemas como “Putin es la guerra, Putin es la crisis, Despierta, país”. “Los que estén en contra de la guerra de Rusia con Ucrania, los que estén a favor de que cese la agresión de Putin, vengan a la marcha de la Primavera a Marino el 1 de marzo”, había escrito. En otro reciente comentario, Nemtsov criticó la política del Kremlin hacia Ucrania y argumentó que el ex presidente de ese país, Víctor Yanukóvich, traicionó a su pueblo, guiado por los consejos de Vladímir Putin. Si Yanukóvich hubiera cedido a la población se hubiera podido evitar el derramamiento de sangre, pero “por consejo de Putin a mediados de enero aprobó las leyes dictatoriales que provocaron los duros enfrentamientos que al final produjeron la muerte de decenas de personas”, dijo.
"Si no quieren un Maidán, en Rusia, devuélvannos las elecciones”, había escrito, pasando a criticar después la marcha Antimaidán que se celebró el pasado fin de semana en Moscú. Si se convocan elecciones, “no habrá que convocar una marcha extravagante por dinero y no habrá que avergonzarse ante todo el mundo”, señalaba.
El presidente estadounidense, Barack Obama, ha condenado el "brutal asesinato" del líder opositor, según ha informado en Twitter el Consejo de Seguridad de la Casa Blanca. Washington ha pedido al Gobierno ruso que lleve a cabo una "investgación rápida, imparcial y transparente" y que "garantice que los responsables sean llevados ante la justicia".
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