"Rusia está amenazada por burócratas corruptos"
Rusia está amenazada por "burócratas codiciosos y corruptos" que, de imponerse en las elecciones legislativas del 7 de diciembre, pueden instaurar un régimen policial y hacer retroceder la democracia. Así opina Borís Nemtsov, líder de la Unión de Fuerzas de Derechas (UFD) y cabeza de la lista electoral que agrupa a los responsables de las reformas de los noventa, como Anatoli Chubáis, padre de las privatizaciones, y Yegor Gaidar, liberalizador de los precios. Los sondeos indican que la UFD (hoy 31 diputados entre 450 legisladores de la Duma) supera por poco el listón del 5%, muy por detrás del liderazgo de Rusia Unida (RU), que se identifica con el presidente Vladímir Putin. Justamente a este partido, privilegiado hoy por la televisión estatal, se refería Nemtsov, de 44 años, al hablar de los peligros para la democracia en una entrevista con EL PAÍS.
"Si el partido del poder se hace con la Duma, nos amenazan la censura, que ya se da en los canales televisivos, la continuación de la guerra de Chechenia, la degradación de las Fuerzas Armadas y también el poder absoluto del Kremlin, que se envanecerá todavía más, al carecer de oposición", afirma Nemtsov. "Los responsables políticos rusos, el presidente incluido, creen en el capitalismo y en la propiedad privada, con algunos matices, pero no en la libertad". Según Nemtsov, el UFD y RU tienen "algunas coincidencias" en política económica, pero la prioridad hoy es la democracia.
El balance de la Duma estatal saliente (la Cámara baja del Parlamento de 2000-2003 que celebra hoy su última sesión) es mixto. En lo positivo, Nemtsov sitúa los impuestos más bajos de Europa, un nuevo código laboral y la legislación que asegura la propiedad privada de la tierra. En lo negativo, la falta de un ejército profesional, la guerra en Chechenia y los retrocesos en la libertad de prensa.
Nemtsov no quiere decir si apoyará a Putin para un segundo mandato en las presidenciales del próximo marzo. "En función del apoyo obtenido en las parlamentarias, habrá que tomar una decisión", dice este hombre, que, en contraste con la mayoría de sus colegas, se permite criticar al presidente.
El encarcelamiento del magnate Mijail Jodorkovski, víctima de un "proceso político", ha causado "un gran daño real a Rusia", al provocar la fuga de capital y frenar las inversiones, opina Nemtsov, que se ha ofrecido como fiador del empresario. El político liberal dio a conocer a Putin su plan para regular el conflicto: incrementar los impuestos sobre la explotación de las materias primas, reducirlos para otros sectores y declarar una amnistía económica.
"Aunque la vuelta de Rusia al estalinismo es poco probable, los dirigentes rusos se están dedicando a cosas muy peligrosas, tales como aventar el odio de clases", señala. "Hace un año la situación económica, los sueldos y las pensiones eran peores, pero no había la tensión social de ahora".
La coalición de las dos principales fuerzas políticas democráticas y liberales -la UFD y el partido Yábloko, que dirige Grigori Yavlinski (17 diputados en la Duma)- no ha sido posible, pese a los ruegos de un electorado que teme perder su representación parlamentaria.
Regalo para Putin
Los debates televisivos que han enfrentado a Nemtsov con Yavlinski fueron un regalo para el partido de los seguidores de Putin, que se ha negado a participar en ellos. Muchos creen que las dos fuerzas liberales, que se balancean ambas en torno al 5% en las encuestas, hubieran debido dejar de lado sus diferencias ante el peligro de que los sectores democráticos, que apoyaron a Borís Yeltsin en 1991, desaparezcan de la Duma.
Formalmente, Yábloko ha rechazado la mano que le tendía la UFD, pero el problema de fondo es la incompatibilidad entre Yavlinski y Chubáis, aunque Nemtsov afirme que éste estuvo dispuesto a abandonar la UFD en nombre de la unidad con Yábloko.
Nemtsov niega haber financiado una campaña de descrédito contra Yábloko. "Tengo la conciencia limpia. Respondo del dinero del partido y no tenemos presupuesto para la lucha contra Yábloko", afirma. El político, sin embargo, no responde de las finanzas del monopolio estatal de la electricidad, dirigido por Chubáis, desde donde se ha apoyado la campaña, según fuentes de Yábloko.
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