“Si el conflicto continúa, declararé el estado de guerra en todo el país”
“La paz en el este de Ucrania depende sólo de Rusia". Así lo afirma el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, en una entrevista con el suplemento EUROPA
Pasa de la medianoche, pero la jornada del 3 de febrero no ha concluido aún para el jefe del Estado, que durante el día realizó una visita relámpago a Járkov para condecorar a unos soldados heridos. Conversamos en la Administración presidencial, en Kiev, junto a una bandeja de bombones de la marca familiar de los Poroshenko y el líder sigue despachando cuando esta corresponsal de madrugada abandona el barrio del Gobierno.
Pregunta: ¿Ha muerto el proceso diplomático de Minsk (Ucrania, Rusia, los representantes de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Lugansk y Donetsk, y la OSCE)?
Respuesta: No tenemos la opción de abandonarlo. El protocolo y el memorándum de Minsk, basados en mi plan de paz, contemplan el alto el fuego inmediato así como la vigilancia y la verificación de ese alto el fuego por parte de la OSCE, con los correspondientes medios técnicos como pueden ser radares que determinan el origen y hora de un ataque de artillería. Además, entre las medidas de vigilancia y verificación previstas está la posibilidad de confiscar el equipo de artillería pesada empleado en la agresión. Los acuerdos de Minsk prevén la liberación de todos los detenidos ilegales, el cierre de las fronteras, la retirada de las tropas extranjeras y mercenarios y del equipo de artillería pesada, tanques, armamentos, sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes y después, un proceso de regulación política con elecciones locales según la legislación ucraniana para identificar los interlocutores a tratar sobre la ulterior reintegración del territorio. Además, prevé un programa y un fondo para la reconstrucción, pues el 40% de las industrias e infraestructuras de Donbás están destruidas. Tras mis esfuerzos para que el grupo de contacto reanude su labor, creo que ellos (los guerrilleros) han recibido la orden correspondiente, ya que, tras haber dado un ultimátum a Ucrania, ahora se muestran dispuestos al alto el fuego, aunque pretenden quedarse en una determinada línea (distinta a la línea de contacto pactada en septiembre). El memorando de Minsk es un documento exhaustivo y reconocido por todos, incluida Rusia. Así que hay que dejar de jugar sucio y ver cuándo y cómo lo ponemos en práctica.
“Hay que declarar un alto el fuego sin condiciones previas”
P. ¿Cuándo se reúne el grupo de contacto?
R. Depende de Putin. No tenemos otra salida. Hay que declarar un alto el fuego sin condiciones previas. No es posible conversar sobre una regulación económica o de otros temas si el ejército ucraniano está a la defensiva en sus posiciones y los guerrilleros intentan atacarlo de forma regular, totalmente equipados por Rusia con armas, instructores, comandantes y unidades del Ejército ruso que actúan por su cuenta. No hay otro modelo que nos garantice la reintegración de ese territorio (Donetsk y Lugansk), escenario de una aventura muy peligrosa que hace sufrir a millones de personas. Muy pocos en Occidente entienden que las circunstancias aquí son diferentes a las de los otros conflictos congelados de la ex Unión Soviética, que afectaban a centenares de miles de personas como máximo y se limitaban al uso de armas ligeras. En Donetsk y Lugansk hay un conflicto en toda regla, en el que participa la máquina militar más potente del continente. No se trata de una guerra civil, porque si se retiraran las tropas extranjeras, en dos semanas se pondría orden en el territorio de Ucrania por la vía democrática, no militar, mediante el aumento del derecho de autogestión y una amplia amnistía para quienes no cometieron delitos graves.
P. ¿Esos puntos están aún en vigor?
R. Claro. Son elementos de los acuerdos de Minsk y una prueba de que Ucrania cumple. Dijimos que aprobaríamos una ley y, aunque el tema era muy delicado, el Parlamento votó por esa ley. Y si esa ley no funciona es por la posición aventurista de los políticos rusos que estimularon la celebración de elecciones ilegales el 2 de noviembre (en las RPD y RPL) y, con ese paso, quebrantaron el proyecto de paz. Sobre sus conciencias pesan decenas, centenares y miles de muertos y la escalada del conflicto. Hay que pararse por fin y coordinar nuestras acciones.
P. Occidente no le dio a Ucrania las armas que quisiera, aunque los norteamericanos se lo plantean.
“Soy un presidente para la paz, no para la guerra. Soy consciente de que este problema no se resolverá con métodos militares”
R. Soy un presidente para la paz, no para la guerra. Soy consciente de que este problema no se resolverá con métodos militares. Es cierto que tenemos gran necesidad de armas, pero de armas de defensa, medios de comunicación protegidos para dirigir las tropas, aviones sin piloto, medios de lucha electrónica, radares para establecer el origen de los ataques.
P. ¿Se las dan?
R. La primera partida de capacidad limitada ya la recibimos, en parte de EE UU, de Polonia, y de otros países, como Francia. El 27 de junio en el Consejo de Jefes de Estado y Gobierno de la Unión Europea se eliminó la prohibición de exportar armas a Ucrania. Hoy no hablamos de transferencia de armas letales, aunque esto también es importante, sino de armas defensivas. Ucrania puede fabricar armas de alta precisión, municiones, tanques, carros blindados, cañones, pero durante 23 años el Ejército ucraniano fue destruido y los arsenales se robaron y se vendieron. Compare la eficacia de las operaciones militares en abril, en junio y ahora.
P. ¿Cuál es la diferencia, desde el punto de vista militar. entre el cerco de Ilovaisk, a fines de agosto, y el acoso a Debáltsevo (localidad estratégica entre Donetsk y Lugansk), donde muere mucha gente ahora?
R. Ilovaisk no permite una valoración correcta. Antes de Ilovaisk hubo la brillante operación de Sloviansk, que permitió liberar una ciudad de miles de personas, y otras operaciones. En Ilovaisk, los rusos que suministraban armas, viendo que perdían y que Donetsk quedaría totalmente rodeado (por los ucranianos) pasaron a disparar a quemarropa desde su propio territorio sobre nuestros chicos que no podían responderles. Y luego, en una tercera etapa, mandaron al territorio de nuestro país unidades regulares de asalto, miles de soldados en plena forma, armados hasta los dientes, equipados con los medios de guerra más modernos. Mostramos al mundo los militares rusos, los tanquistas, infantes de marina, tiradores, que habíamos apresado. Fue un golpe al Ejército ruso y no enfrentamientos internos entre ucranianos. En Ilovaisk, unidades del Ejército ruso dispararon a quemarropa y sin motivos contra una columna que transportaba heridos. Aquella tragedia a fines de agosto mostró al mundo que Ucrania era objeto de una agresión militar en toda regla por parte de Rusia. En Debáltsevo, donde hay miles de guerrilleros y de tropas regulares rusas, hemos aprendido a defendernos, aunque la situación es muy difícil.
P. ¿Podrían considerar el envío de un contingente de pacificadores internacionales para cerrar la frontera con Rusia? ¿O esperarán a los pacificadores rusos, como en Abjasia o en el Transdniéster?
“Esta es la crisis más profunda tras la Segunda Guerra Mundial y los sistemas de contención de posguerra han dejado de funcionar”
R. No queremos tropas de ocupación y no hay motivo para los pacificadores, porque Ucrania misma puede controlar sus fronteras.
P. Ucrania no controla sus fronteras.
R. Porque cuando llevamos nuestras tropas a defenderlas, nos atacaron con sistemas de lanzamiento múltiple de misiles. Así que esta es una pregunta para Rusia. Rusia dispara con el mismo encono contra los vehículos de la OSCE, contra los aparatos no pilotados de esa organización y sobre el campamento principal donde están alojados los representantes de la OSCE y el centro de control (representantes militares de Rusia y Ucrania). La paz en el este de Ucrania depende sólo de Rusia.
Esta es la crisis más profunda tras la Segunda Guerra Mundial y los sistemas de contención de posguerra han dejado de funcionar. No funciona el memorándum de Budapest, donde Rusia y otros países garantizaron nuestra integridad territorial y soberanía. No funciona el mecanismo de la ONU, que solo puede resolver la cuestión de los pacificadores a través del mismo Consejo de Seguridad, del que Rusia es miembro permanente. ¿Nos disponemos a resolver los problemas con participación del agresor?
P. Y a pesar de eso, insiste en Minsk
R. Muchos escépticos sobre las sanciones ven ahora que Rusia ya paga un alto precio por su aventura. El bajo precio del crudo junto con las sanciones harán que la economía rusa se contraiga entre el 8% y el 10% el año próximo. Rusia perderá la mitad de sus reservas y no puede existir así mucho tiempo, pero nuestro fin no es castigar a Rusia, sino asegurar un mecanismo para el cumplimiento de las obligaciones contraídas por Moscú. 200 o 300 pacificadores no pueden parar la más poderosa máquina militar del continente. Debemos conseguir un mecanismo que incluya el alto el fuego y el emplazamiento de métodos técnicos de control en la frontera y debemos informar cuando Rusia dispara. Nuestra salvación está en actuar de forma transparente, en la unidad y la solidaridad.
“No somos Chechenia y no quiero resolver el problema como en Chechenia, donde decenas de miles de personas perecieron en una guerra que fue la catástrofe nacional de un pueblo”
P. ¿Le propuso Putin abordar el problema del este de Ucrania como él “resolvió” el conflicto de Chechenia, es decir, comprando lealtades y dejando actuar a su antojo a la élite de aquella república caucásica?
R. No somos Chechenia y no quiero resolver el problema como en Chechenia, donde decenas de miles de personas perecieron en una guerra que fue la catástrofe nacional de un pueblo. Para ponernos de acuerdo en Ucrania no necesitamos la ayuda de Putin, pero Putin puede ayudarnos mucho si retira a sus tropas de aquí y cierra la frontera. Además, en Chechenia el general Dzhojar Dudáiev y su gente tenían sus propios criterios independientes; los guerrilleros del este de Ucrania no deciden por sí mismos, son marionetas de Rusia.
P. ¿Podría Putin llegar a usar armas nucleares?
R. No quisiera creer en esto.
P. ¿Cómo valora la ayuda de Occidente a Ucrania?
R. Occidente hace mucho y espero que si la agresión se incrementa, aumente el apoyo.
P. ¿Cuánto dinero le va a dar el FMI?
R. Cuando firmemos el memorando revelaremos la cifra, que será complementada por nuestros socios de EEUU, la UE, Japón, Canadá, Suiza, y otros.
P. Rusia indica que reclamará a Ucrania los 3.000 millones de dólares en obligaciones que le prestó al presidente Víctor Yanukóvich en diciembre de 2013. ¿Se los dará?
R. Esos 3.000 millones de dólares fueron robados por Yanukóvich y el plazo (para reembolsar las obligaciones) vence en diciembre. Si Rusia los pide antes, transgrediría estas condiciones.
P. ¿Y en diciembre?
R. Podemos devolverlos o conversar sobre el tema.
P. ¿Asume la obligación de devolverlos?
R. Eso debe comentarlo el ministro de Financias.
P. ¿Con qué propuestas va a la Conferencia de Seguridad de Múnich?
R. Busco la salida del atolladero.
P. Pero mientras la frontera con Rusia esté abierta…
R. Hay que encontrar un mecanismo para cerrarla.
P. ¿Ya se ha dirigido a los tribunales internacionales para que decidan sobre distintos aspectos de la anexión de Crimea?
R. Hay algunos procesos iniciados, el Tribunal de Derechos Humanos (del Consejo de Europa), por ejemplo.
P. ¿Están vigentes los acuerdos por los que Rusia garantizaba la integridad territorial de Ucrania, tales como el memorando de Budapest o el tratado de Amistad?
R. ¿Cómo pueden estar vigentes si han sido pérfidamente transgredidos?
P. ¿Los va a denunciar?
R. No, porque demuestran la absoluta solidez jurídica de la posición de Ucrania y también que Rusia no cumple los acuerdos internacionales. La anexión de Crimea confirma la transgresión de sus obligaciones.
P. Rusia quiere construir un puente con Crimea sobre el estrecho de Kerch, ¿qué opina?
R. Que es un proyecto ilegal que viola la soberanía de Ucrania y todas las empresas involucradas deberán ser sancionadas.
P. ¿Por qué declaró el estado de excepción y no de guerra?
R. Si el conflicto sigue incrementándose, estoy dispuesto a declarar el estado de guerra en todo el país y el Parlamento lo apoyará. No lo hago por ahora, porque supondría una limitación de la democracia y las libertades y amenazaría el desarrollo de la economía. ¿Quién va a ir a un país con un estado de guerra? Planeamos recibir inversiones de miles de millones de dólares los próximos meses. Ahora la situación es muy difícil; debemos reformar la economía y, al mismo tiempo, librar una guerra agotadora y no permitir que ésta se extienda.
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