Pesar y duelo en las mezquitas francesas
Los clérigos islámicos condenan el atentado en el rezo del viernes
Desde la avenida principal no hay rastro del templo, escondido al final de una callejuela sinuosa que se abre camino hasta una impresionante nave prefabricada. Al otro lado de la Puerta de la Villette, a pocos metros del barrio donde los hermanos Kouachi se sumaron al combate islamista hace una década, cerca de un millar de hombres se arrodillaban ayer durante la oración del mediodía en la mezquita Adda'wa.
Nueve lugares de culto musulmán fueron tiroteados o incendiados
La plegaria era distinta a la de los otros viernes. “Vivimos el día de hoy bajo un cielo sin estrellas, en el sentido literal como en el figurado”, exclamó el imam Larbi Kechat, quien oficia desde los años sesenta y fue uno de los primeros en proponer una oración bilingüe, en árabe y francés. “Condenamos este atentado sea quien sea el culpable. Condenamos a quien mueva los hilos detrás de espesas cortinas. Condenamos a quienes les apoyen. Esos bárbaros cometen un crimen, pero es el islam el que es señalado con el dedo”.
La de Kechat fue una de las 2.300 mezquitas incitadas a propagar una condena unánime “de la violencia y el terrorismo” en su plegaria del viernes, a petición de las instancias representativas de una comunidad formada por cerca de cinco millones de franceses, como el Consejo Francés del Culto Musulmán o la Unión de Organizaciones Islámicas. Las condenas se repitieron en otros puntos como Lyon, Estrasburgo, Montpellier o Nantes. Mientras tanto, nueve lugares de culto musulmanes fueron atacados a través de incendios, pistoletazos contra sus fachadas y otros deterioros. El jueves se habían registrado tres más.
El alcance de la condena no cuenta con precedentes conocidos. Incluso la asociación Foi et Pratique (Fe y Práctica), de la corriente conservadora Tabligh, se ha sumado a la condena. Al otro lado del bulevar de Belleville, la asociación gestiona la mezquita Omar, con fama de ser una de las más radicales de París. Su antiguo imam fue expulsado de Francia en 2012 y la justicia sentenció que era “un lugar importante de salafismo radical”. En la oración de ayer, el nuevo imam, Abdel Qader Achour, pronunció lo siguiente: “Los que han lanzado un asalto en nombre del Islam no son musulmanes y no pueden hablar en nombre de los musulmanes. Esa gente nos ha atacado con su pluma. Nuestra respuesta debe hacerse con nuestra pluma”.
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