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Más de la mitad de los alemanes considera al islam una amenaza

El Gobierno tilda de "repugnante" la instrumentalización del atentado por parte de Pegida

Luis Doncel

Corren malos tiempos para la convivencia en Alemania con sus habitantes musulmanes, y el atentado islamista del miércoles en París va a contribuir a enrarecer aún más el ambiente. Un estudio elaborado por la Fundación Bertelsmann muestra que el 57% de los encuestados ve una amenaza en la religión de Mahoma, el 40% dice sentirse como extranjero en su propio país y un 24% vetaría cualquier tipo de inmigración a los musulmanes.

“La islamofobia ha crecido mucho en Alemania. A ello contribuye la imagen que dan los medios, que destacan el factor religioso en las noticias negativas, mientras que este aspecto se obvia cuando un musulmán aporta algo positivo a la sociedad”, asegura a este periódico Kai Hafez, profesor de la Universidad de Erfurt y autor de la encuesta. El informe de Bertelsmann muestra las dificultades que tiene gran parte de la sociedad alemana para diferenciar entre los musulmanes integrados y los salafistas. Pero este no es un problema tan solo alemán. “Es algo que observamos en todos los países europeos, pero en distintos grados. La islamofobia es mayor en Alemania o España, mientras que en Reino Unido o Francia las encuestas muestran que está menos extendida”, señala Hafez.

El brutal ataque a la redacción de Charlie Hebdo fomentará los prejuicios contra una comunidad que en Europa supera los 20 millones de personas. Pero el coautor de la encuesta –realizada el pasado mes de noviembre a un millar de ciudadanos no musulmanes- asegura que, pasado el shock inicial, este tipo de atentados no provocan un vuelco en la opinión pública. “Vimos algo parecido tras el ataque el 11 de septiembre de 2001 a las torres gemelas de Nueva York. Pasado un tiempo no hubo un cambio profundo en la visión que tienen los alemanes sobre el islam”, continúa.

Los alemanes -81 millones de ciudadanos, de los que cerca de cuatro son musulmanes, en su gran mayoría de origen turco- han presenciado alarmados en los últimos meses cómo medio millar de ciudadanos han viajado a Siria o Irak para participar en la yihad. Y el creciente número de refugiados que llega al país –el año pasado fueron 200.000, el nivel récord de los últimos 20 años- ha ocupado gran parte del debate político y ha generado protestas en algunas ciudades.

Un dato esperanzador es que los prejuicios contra los musulmanes son menores entre las nuevas generaciones. “La convivencia entre los jóvenes en escuelas, equipos de fútbol o en el tiempo libre contribuye a mejorar la convivencia. También hemos detectado que la islamofobia es menor entre los ciudadanos con más estudios, pese a que un 40% de los titulados universitarios ve al islam como una amenaza”, concluye el experto. El estudio muestra que mientras el antisemitismo o la xenofobia hacia otros colectivos disminuye, los prejuicios contra musulmanes y romaníes aumentan.

Es pronto para ver los efectos que tendrá la matanza del miércoles, pero grupos como los autodenominados Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente –más conocidos como Pegida- ya han interpretado el atentado en Francia como una constatación de que estaban en lo cierto. Y dirigentes del partido antieuro Alternativa por Alemania (AfD) han apuntado en la misma dirección al señalar que el ataque islamista confirma lo adecuado de las posiciones de Pegida. “Es repugnante la manera en la que Pegida, AfD y [el partido filonazi] NPD intentan instrumentalizar el atentado para sus propósitos”, señaló el jueves el ministro de Justicia, el socialdemócrata Heiko Maas.

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Sobre la firma

Luis Doncel
Es jefe de sección de Internacional. Antes fue jefe de sección de Economía y corresponsal en Berlín y Bruselas. Desde 2007 ha cubierto la crisis inmobiliaria y del euro, el rescate a España y los efectos en Alemania de la crisis migratoria de 2015, además de eventos internacionales como tres elecciones alemanas o reuniones del FMI y el BCE.

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