Peña Nieto visita EE UU para reforzar pactos de seguridad
Los acuerdos sobre inmigración, economía y justicia centran la agenda del encuentro que sostendrán el presidente Obama y su homólogo mexicano en la capital estadounidense
Los dos presidentes con la frontera más transitada del mundo se reúnen este martes en Washington. Enrique Peña Nieto visita por primera vez en la Casa Blanca a su homólogo estadounidense, Barack Obama, esta vez como presidente (lo había hecho antes de asumir el cargo en noviembre de 2012), y los principales temas a tratar son la inmigración, la seguridad y la justicia. Por la frontera entre los dos países, de 3.140 kilómetros, cruzan todos los días un millón de personas y 300.000 camiones de carga (el 70% del comercio entre los dos países es terrestre).
La Casa Blanca ha detallado que la reunión se centrará en la alianza estratégica entre los dos países: México es el segundo socio comercial de EE UU y el 80% de las exportaciones mexicanas tienen como destino a su vecino del norte. Los puntos clave, además de la economía, son la seguridad y otros asuntos sociales.
La cooperación en materia de seguridad y justicia es una preocupación común. “Es un tema que nunca ha estado en un segundo plano”, aseguró el subsecretario para América del Norte, Sergio Alcocer, al anunciar los objetivos mexicanos en la visita. Washington ha firmado ambiciosos proyectos de cooperación en este campo, como la Iniciativa Mérida, autorizada en 2007 durante los gobiernos de George W. Bush y Felipe Calderón. Desde entonces, EE UU ha entregado a México más de 2.000 millones de dólares “para capacitar y equipar a las fuerzas de seguridad mexicanas”.
EE UU ha entregado a México desde 2007 más de 2.000 millones de dólares “para capacitar y equipar a las fuerzas de seguridad mexicanas”
La ONG Human Rights Watch recordó este lunes al presidente estadounidense, en un comunicado firmado por su titular, José Manuel Vivanco, que el 15% de esta ayuda está condicionada al respeto a los derechos humanos en México, un tema muy candente en el país a raíz de la masacre de Iguala ocurrida el pasado 26 de septiembre, en la que hubo seis muertes in situ y desaparecieron 43 estudiantes de Magisterio en Iguala (Estado de Guerrero) y que aún está en investigación. La masacre de los normalistas no está incluida en la agenda bilateral que abordarán Peña Nieto y Obama en la Casa Blanca. México considera que es un tema que se circunscribe en el ámbito de la seguridad nacional. “Lo que se comentará en Washington será justamente con el propósito de externar la preocupación por parte del Gobierno mexicano de un fenómeno de violencia, que no únicamente se circunscribe a nuestro país. Tenemos fenómenos de violencia que se dan en diferentes partes del mundo. Dentro de EE UU sabemos que han existido este tipo de fenómenos de violencia en la zona de Misuri [en referencia a Ferguson]”, explicó Alcocer.
La inmigración también es un tema fundamental en la reunión, que durará una hora según la agenda de la presidencia mexicana y a la que también asistirá el vicepresidente estadounidense Joe Biden. De acuerdo con la Secretaría de Exteriores de México, uno de los principales objetivos del mandatario mexicano es reconocer a Obama la acción ejecutiva que ha impedido, de momento, la deportación inmediata de cinco millones de personas, de las cuales un 80% (cuatro millones) serían mexicanos, explicó Alcocer.
Más de 30 millones de personas que viven en EE UU son de origen mexicano y se calcula que al menos 10 millones de sin papeles procedentes de México residen en territorio estadounidense. Entre los compromisos está el Plan Frontera Siglo XXI, que busca agilizar los cruces en la línea y la cooperación entre las patrullas fronterizas estadounidense y mexicanas. Los tiempos de espera en los principales puentes fronterizos (Tijuana, Nogales, Nuevo Laredo y Nogales) van desde una hora hasta tres, lo que se traduce en pérdidas directas de al menos 549 millones de dólares anuales e indirectas de cerca de 7.285 millones de dólares al año, según el estudio Working Together: Economic Ties between the United States and Mexico, del Instituto Woodrow.
El Gobierno mexicano también quiere hablar de Cuba. México, que había anunciado la condonación de una parte de la deuda del Gobierno de La Habana con el país e incluso estableció una oficina para el comercio exterior en la isla para intentar un acercamiento con el régimen castrista, quedó fuera de las negociaciones entre Washington y La Habana.
Alcocer resaltó la importancia del México en las relaciones entre ambos países y dijo que temas como los límites marítimos, la inclusión financiera o la bancaria y los desastres naturales, que afectan a los tres Estados, deben estar sobre la mesa.
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