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La Fiscalía de Seúl pide el arresto de la directiva que discutió por unas nueces

La exvicepresidenta de Korean Air, acusada de vulnerar el código de aviación y coacciones

Cho Hyun-ah, vicepresidenta de la compañía aérea Korean Air.
Cho Hyun-ah, vicepresidenta de la compañía aérea Korean Air.AP

Los malos modales de la exvicepresidenta de la aerolínea surcoreana Korean Air, Cho Hyuan-ah, podrían costarle muy caros. La Fiscalía del país asiático emitió este miércoles una orden de arresto contra ella tras el famoso ‘caso de las nueces’, que ha generado una grave polémica entre la opinión pública surcoreana y que le costó el cargo a mediados de mes. Cho –hija del presidente de la compañía-- entró en cólera durante un vuelo que estaba a pocos minutos de despegar desde el aeropuerto de Nueva York destino Seúl porque una azafata le sirvió unas nueces de macadamia en una bolsa de plástico cerrada en vez de en un plato.

La ejecutiva pidió explicaciones al responsable directo de la auxiliar y al no obtener una explicación convincente decidió expulsarlo. La aeronave, con 250 pasajeros a bordo, tuvo que regresar a la puerta de embarque para que el tripulante saliera. La mujer alegó posteriormente que “criticó” al equipo por no tratar los pasajeros de primera clase como marca el protocolo de la aerolínea.

La Fiscalía acusa a Cho de violar la ley de aviación, de interferir en las funciones de la tripulación y de coacción, según informó la agencia nacional Yonhap. Durante los interrogatorios de la policía, la ejecutiva negó haber agredido físicamente a la azafata y a su responsable, pero los testimonios de otros pasajeros señalaron que los empujó en medio de su ataque de ira. También los insultó y les obligó a que se arrodillaran ante ella.

Cho Hyuan-ah es la hija del presidente de la compañía

Un tribunal de Seúl decidirá el próximo martes si acepta o no las acusaciones y emite formalmente la orden de detención. La Fiscalía también ha pedido el arresto de otro alto cargo de la compañía, de apellido Yeo, por haber ordenado supuestamente a los empleados que se deshicieran de un informe inicial sobre el incidente.

El despotismo de la exdirectiva ante los trabajadores de su propia empresa desencadenó una fuerte indignación pública y provocó que dimitiera de todos los cargos que tenía en la compañía aérea y en la matriz. Su padre, Cho Yang-ho, también tuvo que disculparse públicamente y afirmó que la actitud fue “insensata”. “No he logrado educar adecuadamente a mi hija”, señaló.

El caso ha puesto sobre la mesa el gran poder que ostentan las sagas familiares propietarias de los mayores conglomerados empresariales del país, conocidos como Chaebol, como es el caso de Korean Air pero también de Samsung, Hyundai o LG. Las nuevas generaciones de estas familias, que heredan las empresas fundadas por sus padres o sus abuelos –en el caso de Korean Air, los tres hijos ocupan altos cargos en la empresa-, están en el punto de mira de la opinión pública.

Un estudio reciente señaló que un 92% de los jóvenes surcoreanos consideran que viven en una sociedad injusta. La mayoría de ellos creen que estas familias gozan de grandes privilegios económicos y sociales, y tienen la percepción que están por encima de la ley. Ahora, la justicia surcoreana tiene la posibilidad de demostrar a sus ciudadanos que no siempre los ricos se salen con la suya. A pesar de que las acusaciones a Cho acarrean penas económicas que la acusada podría afrontar muy cómodamente, la imagen de verla sentada en un juzgado en todos los medios de comunicación del país podría servir para dar la lección por aprendida.

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