Putin asegura que Rusia superará la crisis en un plazo de dos años
El Kremlin sostiene que las sanciones son responsables del 25% de los problemas
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha defendido este jueves la actuación del Gobierno y del Banco Central frente las turbulencias económicas que han provocado la caída del rublo y ha calificado la actuación de estas instituciones como “absolutamente adecuada” en su conjunto, aunque ha admitido que en ocasiones podrían haber actuado mejor y con más celeridad. Según el presidente, la crisis económica se debe a causas exteriores, pero también a la circunstancia de que en 23 años Rusia no ha diversificado lo suficiente su economía dependiente de los hidrocarburos.
En su conferencia de prensa anual, Putin ha afirmado que, imaginando las peores circunstancias, Rusia necesita dos años para salir de la crisis, algo que ocurrirá, según él, de forma “inevitable”. En opinión del mandatario, la economía mundial se adaptará a la situación actual y cuando se haya adaptado comenzará a crecer de nuevo, con lo cual se restablecerá la demanda de fuentes energéticas. Según ha afirmado, de todos los problemas que afronta la economía de Rusia, entre el 25% y el 30% están causados por el efecto de las sanciones occidentales.
Putin ha dicho que Rusia recurrirá a medidas que se emplearon con “bastante éxito” en la anterior crisis económica en 2008, ha abogado por una política liberal de apoyo a los exportadores y de suministro de liquidez a los bancos y se ha mostrado en contra de medidas reguladoras restrictivas, tales como la venta obligatoria de las divisas generadas por la exportación. Ha contado el presidente que dos días antes había mantenido una conversación telefónica “amistosa” con un alto ejecutivo, aparentemente de una empresa estatal, el cual, interrogado sobre la posibilidad de facilitar algún fondo, se había avenido a lanzar al mercado 3.000 millones de dólares que tenía acumulados para pagar por sus créditos. Putin ha dicho que, de esta manera, tal vez se podían encontrar 300.000 millones de dólares, pero ha afirmado que no se puede obligar a las compañías a entregar sus divisas. Este miércoles y este jueves, el rublo, que había cotizado a mínimos históricos a principios de semana, se ha recuperado un poco frente al dólar y el euro.
Putin ha insistido de nuevo en la idea de la crisis como oportunidad para la economía rusa y ha subrayado que cuando se necesiten “recursos energéticos suplementarios”, Rusia ya habrá diversificado su economía, porque “la vida misma nos obligará a hacerlo”. “Podemos”, ha afirmado y ha asegurado que no se recortarán las prestaciones ni los programas sociales que se derivan de los edictos promulgados antes de incorporarse a su último mandato en 2012.
Continuando con su metáfora de Rusia como un oso, Putin ha acusado de nuevo a Occidente de estar sistemáticamente en contra de su país y ha afirmado que éste debe utilizar la situación actual para ser más independiente o bien “colgarán nuestra piel en la pared”. “Esta es la opción que tenemos”, ha dicho, y ha añadido: “Crimea no tiene nada que ver”. Las sanciones occidentales contra Rusia tienen su origen en la anexión de esta península por Moscú el pasado marzo.
Putin no ha contestado a una pregunta sobre el sueldo de los dirigentes de las compañías estatales, y concretamente el de Igor Sechin, presidente de la petrolera Rosneft; sin embargo ha señalado que los ejecutivos rusos debían ser pagados al mismo nivel que sus colegas occidentales, entre otras cosas para que Rusia pudiera contratar también a ejecutivos extranjeros. La pregunta en cuestión ha provocado aplausos entre los periodistas y ha reflejado la sensibilidad de los rusos sobre las amplias diferencias de ingresos entre la privilegiada élite compuesta por el funcionariado y los ejecutivos de las compañías estatales y el ciudadano medio o empobrecido. En lugar de atender a esta sensibilidad desarrollando argumentos de tipo solidario, Putin ha defendido de hecho los sueldos de los privilegiados.
Aunque el líder ha manifestado que los ciudadanos no se resentirán de la inflación, ésta afecta ya a la sociedad y de hecho el ministro de Desarrollo Económico, Alekséi Uliukáyev, ha reconocido que los ingresos de la población han disminuido y ha afirmado, en una entrevista al diario Védomosti, que la tormenta económica es consecuencia de la propia política rusa. Uliukáyev se ha mostrado en contra del aumento de la tasa de refinanciación en 10 puntos ejecutada de golpe por el Banco Central esta semana. Las sanciones, según Uliukáuyev, se mantendrán mucho tiempo, “tal vez decenas de años”, así que Rusia solo tiene su propia política como instrumento para salir de la crisis.
Contra los castigos a familiares en Chechenia
Las tensiones reinantes en la república caucásica de Chechenia, en el norte del Cáucaso, han salido a relucir este jueves en Moscú cuando la periodista Ksenia Sobchak, hija de Anatoli Sobchak —que fue alcalde de San Petersburgo y jefe de Putin en los noventa—, ha pedido al presidente que se pronunciara sobre las exhortaciones del dirigente checheno Ramzán Kadírov a favor del castigo colectivo de los familiares de los terroristas.
El sábado en Grozni, la capital de Chechenia, unos hombres armados quemaron el local de la ONG Grupo Móvil Unido, cuyo jefe, Igor Kalyapin, había defendido a los parientes de los supuestos implicados en el atentado que el 4 de diciembre causó la muerte a 14 policías. Antes, Kadírov había exhortado a castigar a las familias, tras lo cual grupos de enmascarados quemaron varias viviendas en la localidad chechena de Yandi.
“Kadírov ha anunciado que en el territorio de la República de Chechenia no rigen las leyes de la Federación Rusa y no funciona la Constitución”, ha dicho Sobchak, apelando al papel del presidente como garante de la Ley Fundamental. En Rusia “deben observarse las leyes vigentes” y nadie “puede ser considerado culpable hasta que no lo reconozca un juez”, ha afirmado Putin, quien, no obstante, ha observado que “la vida es más complicada y variada” y que, en la “práctica” de la lucha antiterrorista, “por lo general” y “en la mayoría de los casos” los “parientes” de los implicados conocen “como mínimo” sus intenciones. Ha puntualizado el líder que “eso no da derecho a nadie, incluido el dirigente de Chechenia, a castigos extrajudiciales”. El mandatario ha prometido una investigación de los hechos y ha atribuido las declaraciones de Kadírov a la emotividad en vista de los 14 agentes muertos y las 38 personas que habían resultado heridas. Además, nueve insurgentes han resultado muertos. El secretario de prensa de Kadírov, Alvin Karímov, que asistía a la conferencia de prensa, ha acusado a Sobchak de tergiversar los hechos y de mentir desvergonzadamente”.
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