El presidente taiwanés deja de liderar su partido tras perder unos comicios
El Kuomintang sufrió el sábado sus peores resultados desde 1949
Tras la derrota en las urnas el sábado pasado, el presidente de Taiwán Ma Ying Jeou ha renunciado este miércoles a su cargo como líder del partido Kuomintang. “Como líder de este partido, debo disculparme ante todos nuestros simpatizantes, les he defraudado”, dijo Ma al anunciar la renuncia. "No hemos respondido a las expectativas del pueblo, y por eso el KMT no se ha granjeado el apoyo de la mayoría de los votantes", añadió hoy ante el Comité Permanente del KMT. En enero se celebrarán elecciones para cubrir el cargo que deja vacante.
En esas elecciones municipales y de distrito, el Kuomintang (KMT), el partido en el Gobierno, se quedó sin cinco de las seis principales municipalidades y sin la mayoría en casi todos los consejos municipales y jefaturas de distrito. Se trata de su peor derrota en las urnas desde 1949, cuando perdió la guerra civil china contra el Partido Comunista y se vio obligado refugiarse en la isla. El primer ministro Jiang Yi-huah y el secretario del partido Tseng Yung-Chuan ya presentaron el sábado su dimisión. El hasta ahora vice primer ministro, Mao Chi Kuo, ha sido nombrado este miércoles jefe del Gobierno en sustitución de Jiang.
Esta contundente derrota para el KMT –y una aparente victoria arrasadora para el partido Democrático Progresista (DPP), en la oposición– se produce con el trasfondo de la impopularidad de Ma y su gabinete, cuyas políticas económicas de acercamiento a China, principal elemento de su plataforma electoral al ser elegido en 2008 —y reelegido en 2012—, no parecen haber dado resultados que convenzan a los votantes. El índice de aceptación de Ma ronda entre el 20% y el 9% según sondeos recientes.
“El descontento generalizado hacia las políticas de Ma es tan grande que los votantes que fueron a las urnas buscaron una alternativa y la encontraron en la oposición, pero no se puede interpretar que esto signifique una verdadera victoria del DPP, fue un voto de castigo para el KMT”, opina el analista político Lin Yu-Siang.
Los simpatizantes del KMT, defraudados y poco motivados, decidieron no acudir a las urnas, lo que se sumó al alto índice de participación entre los jóvenes para favorecer a la oposición, precisó Lin. “El movimiento estudiantil elevó el índice de participación de la juventud, que no simpatiza con el KMT”, enfatizó.
Queda por ver si las relaciones entre Taipéi y Pekín se verán afectadas, especialmente si en las presidenciales de 2016 persiste esta tendencia de apoyo a la oposición, de planteamientos poco proclives a China.
El analista advierte de que “a pesar de que la sociedad y en particular los electores jóvenes muestran preocupación por el acelerado acercamiento económico y político entre Taiwán y China, particularmente tras el movimiento estudiantil de marzo pasado, el factor decisivo para la derrota del KMT reside en el descontento por la gestión de Ma, su estilo de gobierno y las políticas económicas y sociales aplicadas hasta ahora”. Entre ellas figura el recorte de las ayudas a los trabajadores públicos, docentes y militares, tradicionales votantes del KMT.
Un factor agravante pudo ser la candidatura (fallida) de Sean Lien a la alcaldía de Taipéi. Hijo de Lien Chan, veterano político del KMT que inició las negociaciones que acercaron a Taipéi y Pekín, es visto por muchos como el símbolo de los pecados del KMT: heredero de una familia de notables, distanciado del ciudadano de a pie y demasiado cercano a grandes empresarios, muchos de ellos ahora chinos del continente. De esta manera, además del voto de castigo para el presidente Ma, el malestar con la familia Lien pudo perjudicar y contagiar a los candidatos del KMT en otros distritos.
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