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Francia aplaza la entrega de un buque de guerra a Rusia

Hollande esgrime que la situación en Ucrania "no permite" culminar el contrato

Carlos Yárnoz

El presidente de Francia, François Hollande, ha anunciado este martes que deja en suspenso “hasta nueva orden” la entrega a Rusia del portahelicópteros Vladivostok, el primero de los dos buques de ese tipo encargados por Moscú a astilleros franceses por un valor de unos 1.200 millones de euros. Hollande argumenta que “la situación actual en el Este de Ucrania no permite” ahora culminar la operación, según un comunicado difundido por el Elíseo.

La decisión de Hollande se produce solo una semana antes de que venza el plazo máximo para que el buque pase a estar bajo bandera rusa. El nuevo paso dado por París eleva aún más la tensión con Moscú, que en el último mes ha presionado para que Francia cumpla el contrato, suscrito en 2011 bajo la presidencia de Nicolas Sarkozy.

Fuentes gubernamentales rusas anunciaron hace tres semanas que la ceremonia de entrega se celebraría el 14 de noviembre, extremo que fue desmentido por París. Más recientemente, un ministro del Gobierno ruso aseguró que Moscú acudiría a los tribunales internacionales para exigir una compensación de unos mil millones de euros si, como prevé el contrato, Francia no entregaba el buque antes de concluir este mes.

En paralelo, también han ido en aumento las presiones occidentales para que Hollande no autorice la exportación del primer portahelicópteros. EE UU, Reino Unido, los países bálticos y Polonia han sido los países que más han insistido ante París para que no facilite ese buque cuando el apoyo militar ruso a los separatistas de Ucrania es un elemento clave para no respetar el alto el fuego decretado en septiembre.

Fue precisamente a comienzos de septiembre cuando Hollande señaló que solo entregaría el buque si se cumplía ese alto el fuego y si se establecían acuerdos políticos para una paz duradera en la región. Después, el Gobierno de Manuel Valls ha reiterado en varias ocasiones que “no se cumplían las condiciones” para entregar el barco.

Mientras, la tensión entre los dos países se ha trasladado este mes a la base de Saint-Nazaire, donde se encuentra amarrado el Vladivostok. Los 400 marinos rusos que se han entrenado desde junio en el manejo del buque comenzaron a introducir todo su equipaje en el barco para instalarse en el mismo. Incluso por unas horas fue izada la bandera rusa. Las autoridades francesas obligaron a los rusos a sacar sus pertenencias y el barco esta bajo estrecha vigilancia militar francesa.

El segundo buque de la serie, bautizado Sebastopol –el nombre de la base rusa en la anexionada península de Crimea-, fue botado hace unos días. De acuerdo con el contrato, su entrega está prevista para el otoño del año que viene.

El posible incumplimiento del contrato con Rusia ha originado una fuerte preocupación en la potente industria militar francesa, que ahora está a punto de culminar la venta de aviones de combate Rafale a India y de promover la venta de helicópteros a Polonia.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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