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El primer ministro que se regularizó su propio fraude fiscal (dos veces)

Sócrates había escapado a todas las operaciones policiales con nombre. Esta no lo tenía

José Socrates durante un discurso en 2011.
José Socrates durante un discurso en 2011.PATRICIA DE MELO MOREIRA (AFP)

Así es la vida. Sócrates ha sido detenido por la única operación policial que no tenía nombre. Salió indemne de la Operación Freeport (por prescripción del presunto delito), salió indemne de Face Oculta (aparecieron borrados los archivos informáticos), le rozó la operación Monte Branco y sigue en entredicho su licenciatura de ingeniero por la Universidad Independiente de Lisboa. Con esos antecedentes, su detención, con nocturnidad, en el aeropuerto de Lisboa no ha pillado de sorpresa, o sí. 

Sócrates descubrió la política a los 17 años, cuando, tras la revolución de abril del 74, fundó la Juventud Social Democrática del PSD en Covilha. En 1981 se cambió al PS y en seis años ya era diputado en la Asamblea de la República.

Entre 1999 y 2002 fue ministro con el gabinete de António Guterres. En 2004 accedió a la secretaría general del partido, y un año después era ya primer ministro, donde se mantuvo hasta 2011, cuando dimitió para que llegara la troika.

Tras su renuncia, aparte de comentarista en RTP, a Sócrates le ha dado tiempo a terminar Ciencias Políticas en ScienesPo de París, título que puede añadir al polémico de Ingeniero por la Universidad Independiente de Lisboa. En 2007 se abrió una investigación sobre su diploma académico, otorgado con fecha de domingo, pero sin resultados. La Universidad cerró ese mismo curso.

Nada más estrenarse como primer ministro, la policía judicial lo involucró en la investigación de Freeport, un complejo comercial enfrente de Lisboa en torno al que se movieron comisiones mientras él era ministro de Medio Ambiente. En 2011, el juez vio que había habido pagos ilegales para obtener las licencias de construcción, pero para Sócrates el caso ya había prescrito.

El caso reciente más escandaloso de corrupción política -hasta hoy- ha sido el de la Operación Face Oculta, descubierto en 2009 y sentenciado hace unos meses. Otra vez tráfico de influencias, comisiones, licencias...Aquí se descubrieron las conversaciones del ministro Armando Vera ahora condenado a cinco años de cárcel, con Sócrates, entonces primer ministro y, además, amigo íntimo. Sócrates quedó limpio otra vez, en esta ocasión fue por un fallo informático que eliminó todas las informaciones del caso.

Y si había otros problemas ahí estaba Sócrates gobernando. En 2005 y 2009 puso en marcha dos planes para la regularización fiscal de capitales depositados en el extranjero, es decir una amnistía fiscal. El capital repatriado solo tenía que pagar el 5% en lugar del 50%. La oportunidad era única, y el propio primer ministro se apuntó. A la de 2005 y a la de 2009. Según el semanario Sol, fueron 20 millones de euros, según Diario Económico en la primera ocasión fueron 500.000 euros y en la segunda 2,4 millones. Sol, que ha dedicado un año a la investigación de las operaciones de Sócrates, publica el domingo una edición extraordinaria con los tejemenajes.

Pero la actividad judicial y extrajudicial alrededor de Sócrates no es sólo la dirigida contra él, también él la practica contra otros, pues denunció judicialmente a una docena de periodistas y medios de comunicación, entre ellos a cinco periodistas de la televisión TVI, a tres del diario Público, a uno del Diario de Noticias, a la revista de automóviles Autojohe y al Correio da Manha. En todos los casos, los periodistas fueron absueltos. Ahora Sócrates, uno de los pocos primeros ministros del mundo que ha tenido que regularizar su situación fiscal durante su mandato, espera también la absolución.

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