El Estado Islámico reivindica la decapitación de otro rehén de EE UU
Washington confirma la autenticidad del vídeo de la ejecución de Peter Kassig
El autodenominado Estado Islámico (EI) asegura haber decapitado a otro rehén occidental, el quinto desde finales de agosto. Se trataría del estadounidense Peter Kassig, un exsoldado reconvertido en cooperante que desapareció en un puesto de control en el norte de Siria en octubre de 2013, cuando se disponía a distribuir medicamentos en una misión humanitaria.
Su asesinato se conoce horas después de que el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, general Martin Dempsey, realizara el sábado una visita sorpresa a Irak para supervisar la campaña contra el EI en este país y en Siria.
La organización extremista ha distribuido por las redes sociales un vídeo con el asesinato de Kassig, cuya autenticidad ya han confirmado las autoridades estadounidenses.
"Las acciones del Estado Islámico no representan ninguna fe, mucho menos la musulmana que Abdel Rahman (nombre elegido por Kassig al convertirse al islam durante su cautiverio) adoptó", dijo el presidente Barack Obama en un mensaje de condolencias enviado a la familia del fallecido. "Hoy lamentamos juntos, pero también recordamos que el espíritu indomable de bondad que tanto brilló en Kassig será la luz que acabará prevaleciendo sobre la oscuridad del EI", agregó.
Los padres del joven cooperante, Ed y Paula Kassig, pidieron en un mensaje colgado en Facebook respeto a su privacidad y a los medios que se abstengan de distribuir fotos o imágenes del vídeo para “no hacerle el juego” a los secuestradores.
“Preferimos que nuestro hijo sea recordado por su importante trabajo y el amor que compartió con sus amigos y familia, no por la manera en que sus secuestradores acostumbran a manipular a estadounidenses para promover su causa”, escribieron.
Tanto la forma de la ejecución del rehén estadounidense -el tercero tras los periodistas James Foley y Steven Sotloff, así como los británicos David Haines y Alan Henning- sigue el patrón del EI, que en cada ocasión ha distribuido un vídeo del brutal asesinato por las redes sociales. Pero esta vez la grabación tiene marcadas diferencias con las cintas previas de decapitaciones de los occidentales secuestrados.
Para empezar, el nuevo vídeo es más largo que los anteriores, casi 16 minutos, y en él no se muestra la decapitación de Kassig, sino a un hombre enmascarado -su supuesto ejecutor- con una cabeza cubierta de sangre a sus pies. En inglés, y con acento británico a pesar de que su voz ha sido distorsionada, el miliciano afirma: “Este es Peter Kassig, un ciudadano de Estados Unidos”.
Al contrario que en los casos de Foley y los demás ejecutados previamente, a Kassig no se le obliga tampoco a enviar un mensaje ni se amenaza al término de la cinta con la ejecución de un nuevo rehén occidental.
“Peter, que combatió contra los musulmanes en Irak mientras servía como soldado del Ejército estadounidense, no tiene mucho que decir. Sus anteriores compañeros de celda hablaron por él”, dice el verdugo, aludiendo a los occidentales previamente ejecutados y a los que sí se les permitió hablar, aunque con mensajes forzosos contra EE UU o Europa.
Su presunto ejecutor sí envía sin embargo un nuevo mensaje al presidente Barack Obama, al que acusa de haber mentido cuando ordenó la retirada completa de las tropas de Irak hasta finales de 2011.
“Tú, Obama, que afirmas que os retirasteis de Irak hace cuatro años. En aquel momento dijimos que erais unos mentirosos, que no os habíais retirado y que si lo hicisteis volveríais, aunque fuera en algún tiempo. Que volveríais, y aquí estáis. No os habéis retirado (…) Vuestras fuerzas volverán, en mayor número que antes. Volveréis y vuestros aliados no os van a ayudar”, sostiene el yihadista.
El vídeo muestra además la decapitación de varios prisioneros sirios, identificados por la organización norteamericana Site, que se especializa en seguir y analizar los mensajes de extremistas islámicos en las redes sociales, como soldados y pilotos de las fuerzas del presidente Bachar el Assad.
“Para Obama, el perro de Roma, hoy estamos matando a los soldados de Bachar y mañana mataremos a tus soldados. Y con permiso de Allah, nos haremos con esta última cruzada final y el EI empezará pronto, como dijo tu marioneta (el primer ministro británico) David Cameron, a matar a vuestra gente en vuestras calles”, amenaza el yihadista.
Peter Kassig, de 26 años, natural de Indiana, sirvió como soldado en Irak entre abril y julio de 2007 con el 75º Regimiento Ranger. Dejó la milicia por motivos de salud y decidió regresar a Oriente Próximo como trabajador médico, con el objetivo de ayudar a los refugiados generados por la guerra –más de tres millones han abandonado el país-. Sus padres han informado de que en 2012 fundó una ONG llamada Special Emergency Reponse and Assistance, y fue capturado de camino a Deir Ezzor en una de sus misiones.
Cuando se supo que el EI planeaba matarlo en breve tiempo si sus exigencias del fin de la ofensiva contra sus intereses no cesaba, su familia publicó una carta que el cooperante les escribió durante su cautiverio, en la que aseguraba que temía morir pero que estaba convencido con sus creencias, después de haberse convertido al Islam.
Kassig cambió de fe en algún momento entre octubre y diciembre de 2013, tras compartir celda con un musulmán sirio devoto, añaden los padres. Entonces cambió su nombre por el de Abdel Rahman.
A principios de este mes, un grupo de amigos del rehén pidió su liberación en una rueda de prensa celebrada en Trípoli, en el norte de Líbano, informó Efe. Según recogieron medios locales, un portavoz de este grupo de apoyo, Firas Agha, un ciudadano sirio refugiado en Trípoli y que colaboró con Kassig, subrayó que el Islam "no permite a los musulmanes matar a otro musulmán, sobre todo si ha hecho buenas acciones".
Al unirse a las condenas por el asesinato de Kassig, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, también hizo este domingo referencia a la diferencia entre los valores religiosos del joven y los de sus ejecutores.
Kassig "era un joven estadounidense que personificaba los valores de altruismo y compasión que constituyen la esencia del islam que adoptó" y que "viajó a uno de los lugares más peligrosos del mundo para cuidar a las víctimas inocentes de un sangriento conflicto", recordó en un comunicado. "No puede haber un contraste más fuerte que ese entre la generosidad de espíritu de Abdel Rahman y el mal pernicioso del EI", agregó.
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