Israel quiere evitar que el material de construcción se emplee en túneles
El Gobierno de Netanyahu queda fuera de la conferencia a petición de Egipto
Israel se mantuvo fuera de la conferencia de donantes de El Cairo a petición de Egipto, que alertó de que diversos países de la región —entre ellos las acaudaladas monarquías de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos— podrían haber cancelado su asistencia para evitar compartir mesa con Israel. Según el diario israelí Haaretz, un acuerdo tácito entre los Gobiernos de Israel y Egipto aseguró la ausencia israelí en el encuentro de ayer, al que asistieron diplomáticos y organizaciones de más de 70 países.
La reunión, patrocinada por Egipto y Noruega, comprometió más de 2.000 millones de euros para la reconstrucción de la Franja de Gaza, devastada por la ofensiva militar veraniega en la que murieron más de 2.100 palestinos, la mayoría civiles, y más de 70 israelíes, soldados casi todos. Concluyó con un alto el fuego a finales de agosto. El jefe de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, acusó recientemente a Israel ante la Asamblea General de Naciones Unidas de estar perpetrando un “genocidio” contra los palestinos de Gaza. Los bombardeos y la invasión terrestre del enclave costero se prolongaron 50 días. El ataque arrasó grandes áreas de la Franja.
El Ejecutivo israelí, encabezado por Benjamin Netanyahu, debatió la conveniencia de presionar a Egipto para que aceptara su participación. El primer ministro Netanyahu, decidió, no obstante. La ausencia recuerda que Israel y sus vecinos están muy lejos de normalizar sus relaciones, aunque éstas parecieran bien armoniosas incluso durante el fragor de la ofensiva sobre Gaza.
El Gobierno egipcio del general golpista Al Sisi —refrendado en junio en las urnas— participa en el bloqueo por mar, tierra y aire al que Israel somete Gaza desde que los islamistas de Hamás se hicieron con el poder en una corta guerra civil. Tras derrocar al Gobierno del islamista Mohamed Morsi en 2013, el nuevo régimen de El Cairo ha sellado buen número de los túneles de contrabando que suplieron de todo tipo de bienes —también les ofrecía una posibilidad de escapar de su gran cárcel aire libre— a los gazatíes. La consiguiente asfixia se ha agravado con la guerra.
En septiembre se anunció un acuerdo entre Israel y los palestinos titulado Mecanismo para la reconstrucción de Gaza. Israel quiere mantener controles estrictos sobre la importación de materiales de edificación, como el cemento y otros productos que, como el acero, son necesarios para recuperar los barrios y localidades de Gaza destruidos por las bombas entre julio y agosto. Los israelíes argumentan que pueden usarse con fines bélicos, por ejemplo el refuerzo de túneles o búnkeres como los que Hamás utilizó en verano para hacer la guerra contra Israel y causar a su Ejército bajas relativamente copiosas, a veces incluso cruzando la frontera. El plan auspiciado por la ONU concedería a Israel el derecho a prohibir o restringir la entrada de ciertos productos.
El Ejecutivo de Netanyahu aduce que Hamás podría “robar” estos materiales para la construcción de los que describen como “túneles del terror”.
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