El presidente de Kenia será juzgado por las masacres étnicas de 2007
Uhuru Kennyatta comparecerá ante el TPI por la matanza de 1.200 kenianos en 2007
El presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, ha confirmado que asistirá a la vista en su contra ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) de La Haya (Países Bajos) por las matanzas étnicas que dejaron más de 1.200 muertos en su país tras las elecciones de 2007. Kenyatta ha anunciado que, mientras dure el proceso, cuyo inicio se fijará en la vista del 8 de octubre tras varios retrasos por falta de evidencias, será el vicepresidente de Kenia, William Ruto, el que desempeñe las labores de la jefatura de Estado.
Los abogados de Kenyatta habían pedido que el presidente fuera excusado de acudir a la vista, ya que el 8 de octubre tenía compromisos que atender en Uganda, petición que ha sido rechazada por La Haya. El TPI estima que los asuntos que se van a tratar en la vista se encuentran en una etapa crucial y atañen directamente los intereses de acusados y víctimas.
"Esto no es Uhuru Kenyatta en un juicio", ha afirmado Moses Kuria, diputado del Gobierno de Kenia, tras conocerse la comparecencia en el TPI del jefe de Estado. "Es el presidente Uruhu Kennyata y representa la soberania de un país, con lo cual es la soberanía de un país la que está siendo procesada". Según recoge la cadena británica BBC, durante los próximos días unos 150 diputados de la nación africana podrían viajar a La Haya en apoyo del mandatario.
Uhuru Kenyatta, de 52 años, es hijo del considerado padre fundador de la nación africana, Jomo Kenyatta, primer keniano en ser nombrado ministro y presidente tras la independencia del país en 1963.
Uhuru fue elegido para gobernar Kenia en 2013, a pesar de afrontar varios cargos por crímenes contra la humanidad, y relevó al entonces presidente Mwai Kibaki, uno de sus aliados políticos. Siete años antes, en 2007, Kibaki había vencido las elecciones pese a las acusaciones de fraude de su principal rival, Raila Odinga. Las disputas por el recuento de votos pronto se volvieron violentas. Miembros de la etnia kikuyu, que agrupa a más del 17% de la población del país y a la que Kenyatta y su aliado Kibaki pertenecían, fueron hostigados para atacar a otras comunidades y minorías.
El presidente Kenyatta está acusado de haber creado dentro de la etnia kikuyu un grupo de guerilleros, el escuadrón Mungiki, que habría matado a muchos de los 1.200 kenianos que perecieron en 2007.
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