Las protestas en Hong Kong disparan la censura en China
Las dificultades para compartir información llevan a los manifestantes a buscar otras vías
Las protestas prodemocráticas en Hong Kong han ido acompañadas de una nueva oleada de censura en las redes sociales en la China continental con el objetivo de que las imágenes de las multitudinarias manifestaciones no lleguen a los cientos de millones de internautas chinos. Desde el domingo por la noche, coincidiendo con el uso de gas lacrimógeno y gas pimienta contra los manifestantes, la red social Instagram –plataforma para compartir imágenes e vídeos- ha dejado de funcionar dentro del territorio chino, como ya pasó en su día con otras redes sociales occidentales como Twitter, Facebook o YouTube en momentos “sensibles”. Desde entonces ninguna de estas tres ha sido nuevamente accesible desde China si no se utilizan los sistemas VPN ("virtual protocol network") que permiten sortear la llamada “gran muralla cibernética”.
En la principal red social china, Sina Weibo –equivalente a Twitter y con más de 500 millones de usuarios registrados- también se han silenciado artículos y comentarios que hacían referencia a las protestas. Al buscar la etiqueta Hong Kong, que fue uno de los temas más hablados hasta que lo retiraron el lunes, o bien se encuentran artículos contra el movimiento o aparecen resultados irrelevantes. Si uno es más concreto y teclea #OccupyCentral o #UmbrellaRevolution, la plataforma no ofrece ningún resultado, aunque esta última etiqueta sí había estado disponible hasta la tarde del martes. Pero después apareció un mensaje que empieza a ser habitual: “De acuerdo con las leyes, regulaciones y políticas, no se muestran los resultados de la búsqueda”. Curiosamente, la censura sí sigue permitiendo las quejas de cientos de usuarios por el bloqueo de Instagram.
Un estudio de la Universidad de Hong Kong que sigue el volumen de mensajes borrados en Weibo muestra que la censura china ha llegado a niveles récord en los tres últimos días. Si durante la semana pasada se eliminaron 32 mensajes por cada 10.000 publicados, la cifra se quintuplicó a partir del domingo hasta los 152. Las dificultades para compartir información a través de Weibo y la saturación de las redes han llevado a los manifestantes a buscar alternativas. Y la han encontrado: se trata de FireChat, una aplicación que permite comunicarse sin necesidad de tener conexión a Internet, ya que utiliza la radio y el sistema Bluetooth del teléfono para conectar con otros dispositivos cercanos. Según informa la agencia France Presse, en solamente un día la plataforma ha registrado más de 100.000 descargas en Hong Kong.
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