Afganistán y EE UU pactan la presencia de tropas extranjeras después de 2014
La firma del acuerdo permite mantener en suelo afgano un contingente militar internacional
El flamante presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, ha cumplido su promesa de autorizar el Convenio Bilateral de Seguridad (BSA, en sus siglas inglesas) con Estados Unidos. Apenas 24 horas después de haber jurado el cargo, su recién nombrado consejero de Seguridad Nacional, Hanif Atmar, ha firmado hoy martes el documento con el embajador norteamericano en Kabul, James Cunnigham. Ese paso ha tenido como corolario la inmediata ratificación de un Acuerdo sobre el Estatuto de las Fuerzas (SOFA) con la OTAN del que depende la misión encargada de entrenar a las fuerzas afganas durante los próximos diez años.
“Afganistán y la comunidad internacional afrontamos las mismas amenazas, por lo que tenemos los mismos intereses”, ha manifestado Ghani durante una alocución tras la firma transmitida en directo por ToloTV.
El Convenio, calificado de “crucial” por esa cadena de televisión, la principal privada, permite la presencia de tropas extranjeras en el país a partir del 31 de diciembre de este año cuando concluye el actual mandato de la OTAN. Las fuerzas de esta organización podrán mantener así su misión de entrenamiento y, lo que es crucial para el arruinado Estado afgano, los 4.000 millones de dólares anuales prometidos para equiparlas y financiarlas. Además, EE UU mantendrá equipos de recogida de información para la lucha antiterrorista y unidades de apoyo logístico para el Ejército afgano. En total, serán 12.500 soldados, 9.800 de ellos estadounidenses frente a los 41.000 que hay desplegados en la actualidad.
El presidente ha tratado de tranquilizar a sus vecinos al subrayar que la firma de esos pactos no plantea ninguna amenaza para ellos y que solo demuestra que Afganistán es un actor más en las relaciones internacionales. Significativamente, también ha agradecido a su predecesor, Hamid Karzai, “por ocuparse de los detalles de estos acuerdos”. Karzai, que ha gobernado el país desde que EE UU derribara al régimen talibán en 2001, se negó a firmar el BSA el año pasado alegando falta de respeto a la soberanía afgana. El convenio fue no obstante aprobado por una Loya Jirga (asamblea nacional), tal como recordó Ghani en su intervención.
Al lado de Ghani estuvo presente Abdullah Abdullah, el rival electoral con quien ha formado un Gobierno de unidad nacional para hacer frente a la creciente insurgencia. La víspera, tras su investidura, el presidente hizo un llamamiento a los talibanes para que participen en el proceso político. Sin embargo, esta guerrilla que lleva una década luchando contra la presencia de las tropas extranjeras en su país, tachó ayer el BSA de plan “siniestro” de EE UU para controlar Afganistán.
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