El exmandatario se enfrenta a una maraña judicial que amenaza su futuro

El expresidente de la República Nicolás Sarkozy es el dirigente político con más causas pendientes en la justicia francesa. En la mayoría, como él mismo se encarga de reiterar, aún no se han encontrado pruebas. Por una de ellas, sin embargo, ya fue detenido e imputado en julio, aunque su abogado ha presentado una denuncia por escuchas ilegales practicadas a ambos. Sarkozy aseguró el domingo por la tarde no tener miedo a la justicia, porque no tiene nada que reprocharse. “¿Cree que en caso contrario volvería de nuevo a la vida pública?”, preguntó al entrevistador de France 2.

Estos son los casos que le persiguen:

Tráfico de influencias. En julio, dos juezas le detuvieron e imputaron por “corrupción activa”, “tráfico de influencias” y “revelación de secretos”. Basándose en escuchas telefónicas al propio Sarkozy y su entorno, la policía y las magistradas sostienen que el expresidente y su abogado, Thierry Herzog, también imputado, intentaron comprar a a cambio de un nombramiento a Gilbert Azibert, juez del Tribunal Supremo, para que les tuviera al tanto de las investigaciones que les afectaban.

Dinero de Gadafi. La justicia investiga desde 2013 si es cierto que el régimen de Gadafi, el dictador libio asesinado dos años antes, aportó dinero para la campaña de Sarkozy que le llevó al Elíseo en 2007. Las acusaciones procedieron del presunto intermediario en las transacciones, Ziad Takieddine, y de un hijo de Gadafi.

Financiación irregular en 2012. A finales de junio, la justicia abrió una causa para determinar si hubo financiación ilegal en la campaña de Sarkozy en 2012. Según los investigadores, la Unión para un Movimiento Popular (UMP) se saltó los límites de gasto de campaña mediante facturas falsas por valor de 17 millones emitidas por la sociedad Bigmalion. Por este caso tuvo que dimitir en verano Jean-François Copé, hasta entonces secretario general del partido y hoy firme defensor del regreso de Sarkozy.

Encuestas del Elíseo. Otra investigación judicial afecta al mandato directo de Sarkozy cuando el Elíseo encargó sondeos a empresas controladas por personas de su círculo cercano, como Pierre Giacometti y Patrick Buisson. Este último, consejero en el palacio presidencial, grabó centenares de conversaciones privadas con Sarkozy.

El ‘caso Tapie’. Los jueces mantienen abierta la causa sobre el arbitraje que, bajo supervisión gubernamental, permitió en 2008 al empresario Bernard Tapie cobrar una indemnización de 403 millones como compensación por la venta anterior de Adidas. La policía sostiene que el árbitro designado no era imparcial porque tuvo contactos remunerados previos con Tapie. Los jueces investigan si el entorno de Sarkozy favoreció al empresario, amigo del expresidente. La actual directora gerente del FMI, Christine Lagarde, ministra de Economía en 2008, también es investigada en la causa.

Aviones gratis y cocaína de por medio. Un juez de Marsella ha abierto una investigación sobre tres viajes gratuitos de Sarkozy, valorados en 330.000 euros, a bordo de lujosos aviones privados a EE UU o Qatar. La factura la pagó un amigo con el que planeaba crear la sociedad de inversiones Columbia. En un avión de la misma compañía, la policía dominicana encontró 680 kilos de cocaína el pasado marzo. Al investigar ese narcotráfico se encontraron las facturas de los viajes de Sarkozy.