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ROBERTO MARONI | Presidente de Lombardía

“El sí por la independencia en Escocia activaría un proceso imparable”

El número dos de la Liga Norte sostiene que lo que suceda el 18 de septiembre afectará a Lombardía

Roberto Maroni y Massimo Moratti en Milán, Italia
Roberto Maroni y Massimo Moratti en Milán, ItaliaS. C. Fotosicki (Cordon Press)

El currículo político del presidente de Lombardía, Roberto Maroni, de 59 años, incluye la secretaría federal de la Liga Norte —de julio de 2012 a diciembre de 2013— y, sobre todo, la participación, como vicepresidente, ministro de Trabajo y dos veces del Interior, en los sucesivos Gobiernos de Silvio Berlusconi.

Pregunta. ¿No es una contradicción estar a favor de la independencia de la Padania y a la vez ser ministro, nada menos que del Interior, de Italia?

Respuesta. ¿Por qué una contradicción…? Yo estoy por Europa, por la Europa de los pueblos y de las regiones. Los Estados han sido superados. Ya ni se preocupan de controlar las fronteras, la moneda ya es el euro y la banca central italiana ya no cuenta nada, la política exterior la hace Europa, y también los presupuestos y el pacto fiscal. El referéndum de Escocia será el punto de inflexión.

P. ¿De verdad cree que lo que suceda en Escocia puede repercutir en Lombardía?

R. No hay diferencia entre unos y otros. Mucho dependerá del resultado del referéndum de Escocia. Si vence el sí, se pondrá en funcionamiento un proceso que ningún Gobierno central podrá parar. También nosotros pedimos hacer un referéndum. Y el Véneto y Cataluña. No se entiende por qué en la UE no puede haber regiones que, como la Lombardía, tienen 10 millones de habitantes cuando hay Estados, como Malta, con menos de un millón.

P. La Liga Norte, más que por la independencia, se significa por sus ataques durísimos contra los inmigrantes…

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R. Eso es porque vosotros los periodistas escribís estupideces sobre la Liga. Solo se trata de aplicar las leyes. Cuando viene un clandestino a Italia es un clandestino, no un refugiado. Se convierte en refugiado sólo al final de un proceso que en Italia no se cumple. De los 120.000 llegados este año, el 5% son refugiados, el resto son clandestinos que deben ser detenidos, identificados y reenviados a sus países de origen. ¿Esto quiere decir ser racista? No, es una estupidez. Pero ahora prevalece este buenismo que provoca el aumento de los delitos, reducción de la seguridad, aumento del gasto a favor de ellos reduciendo los recursos para los ciudadanos italianos.

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