Un organismo independiente confirma el uso de gas cloro contra civiles en Siria
La OPAQ señala el uso “sistemático y repetido” del arma al norte del país
La OPAQ (Organización para la Prohibición de las Armas Químicas) ha hallado en Siria “información que confirma de modo convincente el uso sistemático y repetido de gas de cloro como arma contra poblaciones del norte del país a principios de 2014”. La cuidada elección de términos del comunicado oficial contrasta con la claridad con que el propio organismo, con sede en La Haya, señala luego las localidades víctimas de los ataques: Kafr Zeita, Al-Tamana’a y Tal Minnis, situadas al norte del país. Una comisión de investigación de la ONU sobre crímenes de guerra, ya acusó en agosto a Damasco de haber utilizado el mismo agente químico en dichos lugares.
Este el segundo informe de la OPAQ sobre el particular, y sus expertos afirman que “las propiedades físicas y comportamiento del gas, los síntomas resultantes de haber estado expuesto, y la respuesta de los pacientes al tratamiento, llevan a concluir, con gran confianza, que el gas de cloro, bien puro o mezclado, es la sustancia química tóxica en cuestión”. El pasado mayo, los enviados de la Organización intentaron entrar en Kafr Zeita para recabar pruebas. Fue justo después de uno de los supuestos ataques lanzados por el régimen de Bachar el Asad, y el convoy internacional resultó atacado. A raíz de ello, se decidió citar a los testigos “en un lugar seguro fuera de Siria”.
Human Rights Watch denunció el pasado mayo que varios helicópteros enviados por Damasco habían lanzado barriles con gas de cloro contra las tres poblaciones señaladas ahora. Ello a pesar de que Siria se halla en la fase final de la destrucción de su arsenal químico -supervisada por la OPAQ y por la ONU- y ha firmado la Convención que prohíbe esas armas. (El gas de cloro tiene usos comerciales, pero puede ser letal al reaccionar con el agua en las mucosas). Según HRW “lo más probable es que se rompieran cilindros comerciales de gas comprimido de cloro para los ataques”.
Para elaborar su informe, la OPAQ habló con decenas de personas entre víctimas, médicos y testigos oculares de los ataques. También se aprovechó la abundante documentación recogida desde mediados de junio. La OPAQ dio luz verde a esta misión en Siria en abril, y señala que “en mayo, junio y julio hubo menos denuncias por el uso de gas de cloro”. En agosto, sin embargo, volvieron a producirse. De ahí que sigan investigando.
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