Hamás retoma las ejecuciones sumarias a quienes acusa de colaborar con Israel
La milicia palestina asesina en la franja de Gaza a 18 personas
Hamás mató el viernes a 18 palestinos acusados de colaborar con Israel en Gaza. Siete de ellos fueron tiroteados en una plaza abierta, un escarmiento para quien ose informar el enemigo.
Sería una respuesta visceral después de que el Ejército israelí asesinase, el jueves, a los tres comandantes que tenía en el sur su brazo armado, las Brigadas Ezzedin Al Qassam. Entre los muertos, informan medios afines a la milicia palestina, había dos mujeres. Once aparecieron muertos en una comisaría de Gaza capital y previamente habían sido “condenados por los tribunales”. Algunos de los cuerpos fueron tirados por la ciudad.
Once de los muertos aparecieron tirados en una comisaría
Ya el jueves, Hamás mató a tres supuestos colaboracionistas más. Otro hombre fue tiroteado en Rafah, en julio, por igual razón. El Centro Palestino por los Derechos Humanos (PCHR, por sus siglas en inglés) denuncia que hay mujeres arrestadas, de las que se desconoce su estado, sospechosas de señalar a Israel los resultados de sus ataques.
El intento de asesinato de Mohamed Deif, comandante máximo de las Brigadas, reveló el martes que la inteligencia israelí tenía buena información. En el ataque contra su casa, mató a su pareja —una de ellas, pues tenía tres esposas— y a dos de sus hijos. El que fuera primer ministro gazatí, Ismael Haniya, insistió el viernes en que Deif está vivo y en que el zarpazo de su adversario contra el corazón militar de Hamás les “fortalece”. “Seguimos nuestro camino sin vacilar ni dar un paso atrás”, señaló.
En los territorios palestinos, la ley permite la pena de muerte por colaboracionismo, pero en Cisjordania hace años que no se aplica. Hamás sí lo hace, pese a que se supone que la condena debe ser ratificada por el presidente palestino, Mahmud Abbas. Eso nunca sucede. El PCHR denuncia que los juicios son “farsas extrajudiciales”. “Los informadores merecen penas de prisión. Juicios justos pueden salvar vidas inocentes”, remarca esta ONG.
El viernes dejó siete muertos en Gaza, lo que eleva a 2.091 el total de víctimas de la ofensiva. Israel atacó, sobre todo, motos y coches muy concretos. El Ejército sostiene que desde que el lunes acabó la tregua ha acabado con 23 milicianos; los demás muertos, hasta 65, son civiles. El viernes golpeó 35 objetivos, mientras que las milicias lanzaron 90 cohetes y morteros contra Israel. Uno de estos últimos mató a un niño de cuatro años que viajaba en un coche alcanzado en Shaar HaNegev, cerca de la frontera. Es el primer menor israelí que muere desde el inicio de las actuales hostilidades.
El Gobierno israelí prometió responder ante esta última muerte y manifestó que el proyectil que acabó con la vida del menor fue lanzado desde una escuela de la UNRWA, agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos. La ONU no se pronunció al respecto. Son ya cuatro civiles y 64 soldados los fallecidos en el país. Hubo tres heridos más en una sinagoga dañada en Ashdod. Nada más conocerse la muerte del chico, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró que “Hamás pagaría un alto precio por el crimen”, según Reuters.
En el plano diplomático, el presidente Abbas viajó anoche a Egiptpo, tras verse en Qatar con Jaled Mesal, jefe político de Hamás, en un encuentro que fuentes palestinas califican de “optimista”.
Abbas se verá este sábado con el presidente egipcio Abdelfatá al Sisi para impulsar un nuevo alto el fuego. Alemania, Francia y Reino Unido promueven una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU que incluye además un llamamiento al fin del bloqueo en Gaza, informa France Presse.
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