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Conflicto en Oriente Próximo

Israel y las facciones palestinas prolongan otras 24 horas la tregua en Gaza

La desmilitarización y el fin del bloqueo centran las conversaciones de El Cairo

Israel y Palestina acuerdan extender la tregua 24 horas más.Foto: reuters_live

Israel y las facciones palestinas han acordado ampliar el alto el fuego en Gaza otras 24 horas, según han confirmado fuentes de ambas partes. La tregua de cinco días que las partes pactaron el pasado miércoles vencía a medianoche pero los dos equipos negociadores, reunidos en El Cairo con la mediación del Gobierno egipcio, acordaron seguir manteniendo la calma a un lado y al otro de la frontera de la Franja un día más. La idea es seguir negociando y concluir el diálogo en un acuerdo político que aporte una verdadera tranquilidad. Al cierre de esta edición, miembros de ambas delegaciones constataban que había “ciertos acuerdos” ya claros y otros “que se van a retrasar” unas semanas.

El presidente de la delegación palestina, Ezzat al-Ahmad, rechazó no obstante que exista un avance sustancial en las negociaciones. "Hasta ahora, no ha habido ningún progreso en [la satisfacción de] las demandas palestinas. Hay unos dedos que de forma sutil ponen obstáculos ante la iniciativa egipcia. Por eso hemos acordado la extensión de la tregua durante 24 horas, y entonces sabremos si hay acuerdo o no", dijo a la salida de la última reunión de la delegación palestina.

El levantamiento del cerco sobre la Franja, en vigor desde 2007, y la desmilitarización de los grupos armados palestinos han sido los ejes esenciales de la negociación. Sobre el primero habría algunos “avances”, indican fuentes de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y el segundo “hay que analizarlo más”.

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En la guerra de nervios que se ha convertido la negociación sobre Gaza, Israel endureció su posición en esta nueva ronda de negociaciones. Antes de la última y decisiva reunión celebrada en el cuartel general de los servicios de inteligencia egipcios, un representante de la delegación palestina afirmó a MENA, la agencia oficial de noticias egipcia, que la delegación había presentado a su retorno a El Cairo “demandas imposibles”, sobre todo en el ámbito de la seguridad. La filtración coincide con las declaraciones de varios responsables del Gobierno israelí exhibiendo una mayor intransigencia. Por ejemplo, el ministro de Economía, Naftali Bennett (del partido Casa Judía), ha llegado a pedir la retirada de las negociaciones. El primer ministro, Benjamín Netanyahu, se limitó a recordar ayer que su país “está preparado para cualquier escenario”, sea la calma o la vuelta a los cohetes.

A pesar de la firmeza en las posiciones e incluso amenazas públicas lanzadas por ambos bandos, parece que no hay realmente ganas de una nueva conflagración. “Hemos dejado la guerra atrás. No vamos a volver a la guerra”, declaró Ziad Nakhleh, representante de la Yihad Islámica en la delegación palestina. La Yihad es habitualmente la milicia que mantiene una posición más radical, y junto a Hamás, ha sido la principal responsable de los lanzamientos de más de 3.000 proyectiles a Israel. Ambos grupos rechazan la legitimidad del Estado de Israel.

El presidente palestino Mahmud Abbas viajó a Qatar para verse con Khaled Meshal, líder político de Hamás, y rebajar su oposición a que el bloqueo sobre Gaza se elimine de forma gradual. La apertura de un aeropuerto y un puerto internacionales, replicaron los islamistas, debe ser cumplida, de inmediato o dentro de un mes. No será una cesión.

Boerge Brende, ministro de Exteriores noruego, vinculó ayer el fin del cerco a la llegada de ayuda para la reconstrucción de Gaza. Su Ejecutivo, la ONU y la Administración palestina están impulsando una cumbre de donantes en septiembre en El Cairo, pero no pueden entregar el dinero “sin condiciones” pues, teme, puede invertirse y luego perderse con un nuevo fuego cruzado.

Israel, además, anunció que había demolido las casas de Amir Abu Eisha y Husam al Qawasmi, vecinos de Hebrón a los que vincula con el asesinato de los tres jóvenes judíos secuestrados en junio. Insiste en que actuaron por orden de Hamás, acusación que acabó en una escalada de violencia en la frontera con la Franja y, finalmente, con la Operación Margen Protector, que ayer elevó a 2.016 el número de muertos, por el fallecimiento de varios heridos. Hamás niega esa vinculación. No hay pistas aún del paradero de ambos hombres.

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