_
_
_
_
_

Washington ordena otra autopsia al joven de Ferguson

Un herido de bala y siete detenidos en la primera noche con toque de queda

La policía lanzó gases lacrimógenes durante el toque de queda la madrugada del domingo.
La policía lanzó gases lacrimógenes durante el toque de queda la madrugada del domingo.AFP

Aduciendo “circunstancias extraordinarias”, el Departamento de Justicia de EE UU anunció este domingo que efectuará una autopsia al cuerpo de Michael Brown, el afroamericano de 18 años que murió hace ocho días por disparos de un policía blanco en Ferguson, un suburbio de San Luis (Misuri). El suceso ha desatado las mayores protestas raciales en casi un siglo en esa localidad del Medio Oeste de EE UU, poblada mayoritariamente por negros, que acusan a la policía, casi exclusivamente blanca, de actuar frecuentemente con racismo.

El anuncio llegó a las pocas horas de finalizar la primera madrugada con toque de queda en Ferguson. La policía detuvo a siete personas y otra fue gravemente herida por un disparo de bala de otro civil en circunstancias confusas, según las autoridades.

La policía del condado hizo una autopsia a Brown al día siguiente del tiroteo. El martes anunció los resultados preliminares, en los que certificó que murió por disparos en pleno día en una calle residencial, pero no especificó cuántos recibió y anunció que el diagnóstico final tardaría cuatro semanas. La escasez de detalles indignó a la familia Brown, que pidió al Gobierno federal que llevara a cabo su propio examen, alegando falta de confianza en las autoridades locales.

En paralelo, la familia anunció el sábado que ha contratado a un reconocido forense para que haga una autopsia independiente. La policía asegura que el joven atacó al agente que lo mató, pero el chico que lo acompañaba sostiene que fue tiroteado cuando había alzado los brazos.

La decisión del Departamento de Justicia de efectuar la autopsia “lo antes posible” evidencia el creciente malestar del Gobierno federal por el modo en que las autoridades de Ferguson están gestionando el caso. La policía local y del condado han ofrecido información contradictoria sobre la muerte, y su robusta estrategia de vigilancia encrespó los ánimos en los primeros días de protestas.

La Casa Blanca criticó la semana pasada los excesos policiales y ordenó una investigación paralela del fallecimiento, que llevan a cabo el Departamento de Justicia y una cuarentena de agentes del FBI. Las tensiones por asuntos raciales entre el Gobierno federal y las autoridades locales han sido una constante en la historia reciente de EE UU. En los años 50 y 60, Washington forzó a cumplir las leyes de fin de la segregación racial a quienes se oponían.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Durante la mañana de este domingo y la noche del sábado, la principal queja de los cientos de personas que protestaban en Ferguson era que aún no haya sido procesado el agente que mató a Brown. El gobernador de Misuri prometió acelerar la investigación y declinó especificar la duración del toque de queda, que volvió a establecerse la madrugada del domingo.

En la primera noche de estado de emergencia (que buscaba frenar los saqueos de la víspera) la mayoría de manifestantes abandonó antes de medianoche la zona de protestas, pero un grupo de 150 rechazó hacerlo. Los agentes, con material antidisturbios, usaron altavoces para dispersarlos. Luego lanzaron gases lacrimógenos para rescatar a la persona tiroteada, según la policía.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_