El Parlamento libio disuelve las milicias y pide la intervención de la ONU
La Cámara demanda a Naciones Unidas que actúe en el país para proteger a los civiles de los enfrentamientos sectarios
El Parlamento libio ha votado este miércoles la disolución de las milicias armadas que operan en el país y su integración en las Fuerzas Armadas regulares, en un intento de poner fin a la violencia que sacude el país desde la caída de Muamar el Gadafi en 2011, agudizada en los últimos meses. La Cámara, elegida el pasado 25 de julio, también pidió una intervención de la ONU en el país para proteger a los civiles de los enfrentamientos entre grupos armados rivales en la capital, Trípoli, y en la ciudad de Bengasi.
La decisión de disolver las milicias, sin embargo, podría quedarse en una declaración meramente simbólica, ya que no queda claro cómo podría aplicarse en la práctica. Libia se enfrenta actualmente a su peor crisis desde la guerra de 2011 y los enfrentamientos entre milicias rivales han llegado a la capital.
Compuestas en su mayoría por antiguos rebeldes, estas milicias tienen a su disposición gran cantidad de armamento y en algunos casos gozan de más poder que el Gobierno y su Ejército, aún en formación.
El Parlamento también ha votado este miércoles a favor de solicitar la intervención de la ONU para proteger tanto a ciudadanos como instituciones, aunque tampoco en este caso han dado detalles de lo que implicaría esta posible ayuda. Según dijo a Efe el diputado Fatah Alah al Saiti, esta petición contó con el apoyo de 111 de los 124 diputados presentes en la sesión.
Desde su formación, la nueva Asamblea Legislativa mantiene sus reuniones en Tobruk, ciudad cercana a la frontera egipcia y alejada de los choques armados registrados en las dos principales urbes del país.
Según la agencia de información libia WAL, los diputados han realizado esta petición debido al sistemático rechazo de las partes en conflicto a deponer las armas y sentarse en la mesa de negociaciones. Los legisladores delegaron en la Presidencia de la Asamblea para que tome las medidas necesarias con el objetivo de facilitar dicha intervención.
La situación de seguridad se ha deteriorado gravemente en el país desde el pasado mayo, cuando estallaron enfrentamientos en la ciudad de Bengasi entre fuerzas comandadas por el general retirado Jalifa Hafter y grupos armados islamistas.
El 13 de julio, la situación empeoró aún más, cuando milicias de la ciudad de Misrata, situada a 200 kilómetros al este de Trípoli, lanzaron una ofensiva para intentar hacerse con el control del aeropuerto internacional de la capital, administrado desde 2011 por milicianos de Zintán, localidad ubicada a 170 kilómetros al suroeste de Trípoli.
Los enfrentamientos, que han provocado la huida de miles de personas, llevaron a numerosos países a evacuar a sus ciudadanos y a su personal diplomático. Hoy, al menos cinco personas han muerto en la zona occidental de Trípoli por el impacto de varios cohetes lanzados en los combates entre milicias rivales que se disputan el control de la capital.
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