La fiscalía desmiente que investigue a Sarkozy por otro presunto fraude

La fiscalía de París ha desmentido que haya abierto una investigación sobre un nuevo causo de presunto fraude de Nicolas Sarkozy. Una exclusiva de Le Parisien aseguraba esta mañana que, mientras el expresidente de la República era detenido e imputado a principios de julio por corrupción, la fiscalía estaba abriendo de manera preliminar otra investigación sobre la presunta financiación irregular de la campaña electoral de 2007, la que le llevó al Elíseo tras derrotar a la socialista Ségolène Royal. La fiscalía ha publicado a media mañana un comunicado en el que desmiente tal información y asegura que ni siquiera se investiga el caso de "manera preliminar".

El nuevo caso con el que Le Parisien abre esta mañana su rotativo se habría sumado a la media docena que ya pesan sobre Sarkozy por presunta corrupción y sería muy similar al llamado Caso Bygmalion, relativo a la financiación irregular de la campaña de 2012. Según Le Parisien, es justamente este caso el que ha llevado a la fiscalía a sospechar que también en 2007 se utilizó un sistema similar: facturas falsas para disimular los gastos excesivos —en Francia hay un techo para las campañas electorales— y para adjudicar al partido (la Unión para un Movimiento Popular, UMP) gastos del candidato. En este caso, varias empresas estarían implicadas, mientras que, en principio, el caso Bygmalion solo afectaría a un grupo empresarial.

Esta nueva información periodística llega en un momento particularmente preocupante para la UMP, altamente endeudada y sin líder. La dimisión de su presidente, François Copé, justamente por el caso Bygmalion, ha obligado al partido a nombrar un triunvirato que gestione la formación de centro derecha hasta las primarias de noviembre próximo. Sarkozy, por su parte, plantea su posible regreso a la política a pesar de sufrir un estrecho acoso de la justicia, que tiene abiertos varios casos contra él: el caso de las escuchas con presunto tráfico de influencias, corrupción y revelación de secretos de instrucción —el que le ha valido la detención y la imputación—, el caso Tapie por una adjudicación polémica de 405 millones de euros a su amigo y empresario Bernard Tapie, el de los sondeos del Elíseo adjudicados sospechosamente a un pequeño ramillete de empresas y la financiación irregular de su campaña de 2007 por parte del entonces líder libio Muamar el Gadafi.

Tras su detención e imputación el 2 de julio pasado, Sarkozy dejó entrever su posible regreso a la primera línea política. En los últimos días, sus actividades públicas, dejándose ver en moto con Carla Bruni o paseando en bicicleta han alentado las sospechas de que prepara su regreso ante la profunda crisis que vive su partido, el principal de la oposición.