Dimite el Gobierno búlgaro para facilitar las elecciones de octubre
El Ejecutivo avanzó en junio que renunciaría tras los malos resultados en las europeas
El Gobierno de Bulgaria ha presentado este miércoles su dimisión para que un Ejecutivo técnico organice las elecciones legislativas anticipadas del próximo 5 de octubre, de las que se espera que salga una mayoría parlamentaria que otorgue estabilidad al país.
La dimisión del Gobierno, dirigido por el independiente Plamen Oresharski y apoyado en su poco más de un año de vida en el hemiciclo por el partido socialista y la minoría turca, estaba prevista desde que a finales de junio se fijaron los comicios anticipados.
Debido a la falta de quórum, la dimisión no pudo ser aprobada este miércoles por el Parlamento, lo que está previsto que suceda mañana, jueves.
El actual Ejecutivo, muy impopular entre la ciudadanía búlgara, avanzó en junio que renunciaría tras los malos resultados de los socialistas en las elecciones europeas de mayo, en las que venció la oposición conservadora.
El Gobierno se ha enfrentado a numerosas protestas en los últimos 14 meses, en las que se le acusaba de aplicar políticas que solo beneficiaban a la oligarquía económica y no a la ciudadanía.
Oresharski, quien ha superado cinco mociones de censura en poco más de un año, no logró reactivar el crecimiento económico en el país más pobre de la UE, donde el salario mínimo equivale a unos 170 euros por mes.
A la inestabilidad política se ha unido una crisis bancaria después de que las autoridades tuvieran que intervenir en junio la cuarta entidad financiera, el Corpbank.
Los problemas de ese banco, que congeló numerosas operaciones de sus clientes, desataron el nerviosismo a principios de mes entre los ahorradores búlgaros, y cientos de ellos hicieron colas ante algunas entidades por temor a una quiebra bancaria.
El propio Banco Nacional de Bulgaria denunció un intento de desestabilizar el país por medio de la difusión de rumores falsos, y la Comisión Europea aprobó una ayuda estatal de 1.686 millones de euros para garantizar la liquidez de las entidades, lo que ha calmado por ahora la situación.
El presidente de Bulgaria, Rosen Plevneliev, tiene previsto disolver al Parlamento el 6 de agosto y designar ese mismo día un Ejecutivo interino que tendrá, según la Constitución, dos meses para organizar las elecciones de octubre.
Las últimas encuestas apuntan que la oposición conservadora del ex primer ministro, el populista Boiko Borisov, cuyo Gobierno dimitió en febrero de 2013 por una ola de protestas contra los altos precios de la energía, será el más votado en los próximos comicios.
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