La OTAN incrementará su despliegue sin estacionar tropas de combate
Los aliados organizarán más maniobras en los países de Europa del Este
La OTAN no estacionará tropas de combate permanentes en el este de Europa para responder a la agresiva política del Kremlin en Ucrania, como reclaman Polonia y las repúblicas bálticas. Ese es el límite, según fuentes aliadas, pero debajo del mismo cabe un “amplio abanico” de medidas para reforzar la presencia militar de la OTAN en la región. Los ministros de Defensa aliados las estudiaron este martes, aunque la decisión definitiva se tomará en la cumbre prevista para septiembre en Gales.
Alemania, Dinamarca y Polonia anunciaron ya su decisión de reforzar el cuartel general de Szczecin (Polonia), que podría duplicar sus 250 efectivos. Allí se revisarán los planes de contingencia para asegurar, en caso de crisis, el despliegue rápido de una potente fuerza de combate. Para hacer más creíbles estos planes, la OTAN prevé multiplicar sus ejercicios en el este de Europa —como el celebrado en mayo en Estonia, con 6.000 soldados— preparar infraestructuras y posicionar sobre el terreno el material necesario para equipar estos refuerzos, además de mantener una rotación periódica de unidades.
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, aseguró que “los 28 contribuirán a este esfuerzo, de una manera u otra”. España ha puesto a disposición del mando aliado, el general estadounidense Philip Breedlove, las mismas capacidades que ya tenía asignadas a la Fuerza de Reacción Rápida (NFR) por si quisiera utilizarlas en Europa del Este. Es decir, el Cuartel General de Alta Disponibilidad de Bétera (Valencia), seis cazas Eurofighter (que realizarán tareas de policía aérea en el Báltico en 2016), aviones de reabastecimiento en vuelo, aviones de inteligencia, una fragata (actualmente desplegada en el Índico) y un batallón mecanizado con unos 500 militares (en 2014 procedente de la brigada Córdoba y en 2015 de la Extremadura). El ministro de Defensa, Pedro Morenés, matizó que aún no se ha tomado ninguna decisión de desplegarlos.
Fuentes aliadas indicaron que la Alianza está dispuesta a respetar el Acta Fundacional OTAN-Rusia de 1997, pese a acusar a Moscú de vulnerarla con su anexión ilegal de Crimea. En dicha acta, la OTAN descartó “el estacionamiento permanente de [un contingente] sustancial y adicional de tropas de combate” en el este de Europa.
España ofrece un cuartel general, un batallón, una fragata y aviones
El reconocimiento de que Rusia ha retirado la mayor parte de los 40.000 soldados que mantenía en la frontera con Ucrania ha contribuido a rebajar la presión. Pero eso no significa que no haya que prepararse para evitar nuevas sorpresas. Solo que ahora la Alianza prefiere centrarse en medidas “a largo plazo”, más que en respuestas inmediatas.
De hecho, la respuesta de la OTAN ha sido hasta ahora muy tímida: un incremento de los cazas que vigilan el espacio aéreo de las repúblicas bálticas y su ampliación a Polonia y Rumania, la extensión a estos últimos dos países del radio cubierto por los aviones AWACS; y el despliegue de una flota en el Báltico. En el Mediterráneo oriental hay otra pero, por ahora, no tiene luz verde para entrar en el mar Negro.
Habrá que ver si estas medidas bastan para tranquilizar a los países del Este y al ministro de Defensa de Ucrania, Myjailo Koval, que este martes recibió promesas de ayuda “técnica, material y de asesoramiento” de varios aliados. La OTAN está preparando su propio paquete de asistencia pero, como recordó un portavoz, carece de armas y aviones, que como las tropas, pertenecen a los países.
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