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El nuevo presidente ucranio ofrece el perdón a los rebeldes que se desarmen

Los observadores de la OSCE destacan la "extraordinaria calidad" de las elecciones

Pilar Bonet
Un helicóptero ucraniano dispara contra las instalaciones del aeropuerto de Donetsk.
Un helicóptero ucraniano dispara contra las instalaciones del aeropuerto de Donetsk.YANNIS BEHRAKIS (REUTERS)

Las elecciones presidenciales de Ucrania fueron de una “extraordinaria calidad” y confieren al nuevo presidente “la legitimidad para entablar de inmediato un diálogo inclusivo con todos los ciudadanos de las regiones orientales con el fin de restablecer la confianza”. Así lo manifestó Andreas Gross, el jefe de la delegación de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, ayer en la presentación del informe de los observadores internacionales (incluida la OSCE) sobre los comicios del domingo en Ucrania. En Moscú, el ministro de Exteriores ruso Serguéi Lavrov dijo que Rusia respetará el resultado de las elecciones y que está dispuesta al diálogo con el nuevo presidente, que seguramente será Petro Poroshenko.

Representantes de la OSCE y de las otras instituciones miembros de la misión coincidieron en que las elecciones fueron democráticas, pese a los episodios de violencia y las amenazas que se habían registrado en el Este del país. “Muchos políticos de nuestros países estarían envidiosos de la pasión con la que votaron los ucranios”, dijo Joao Soares, coordinador de la misión de los observadores de corto plazo de la OSCE.

Los comicios se caracterizaron por “una alta participación y por la clara resolución de las autoridades para asegurar una votación a la la altura de las obligaciones internacionales”. Y eso fue así, “a pesar del entorno de seguridad, hostil en dos regiones del Este y de los cada vez más numerosos intentos emprendidos por grupos armados en estas partes del país [para descarrilar el proceso]”. “La elección se dio en un entorno de desafío político, económico y, en particular, de seguridad. La violencia en el este de Ucrania, donde las fuerzas antigubernamentales controlan algunas áreas y el Gobierno realiza operaciones contra los insurgentes, marcó el entorno electoral y afectó a la observancia de los derechos humanos. Las elecciones no tuvieron lugar en Crimea por no estar la península bajo control de las autoridades ucranias.

En los comicios participó el 60% del electorado, según la comisión electoral central, pero no se votó en amplias zonas de Lugansk y Donetsk debido a las “continuas injerencias de grupos separatistas armados” , según recoge el informe de los observadores. En Lugansk no se votó en 10 de los 12 distritos electorales y en Donetsk no se votó en 14 de los 22 distritos electorales debido a las acciones de los grupos armados separatistas antes y durante la jornada electoral, lo que incluía amenazas de muerte e intimidaciones, captura y destrucción de documentos electorales, así como la imposibilidad de distribuir las papeletas a los colegios debido a la inseguridad general causada por estos grupos, señala el informe.

Por la tarde del lunes, cuando se llevaba ya recontado el 85% de los votos, Poroshenko mantenía el resultado del 54% de los sufragios emitidos, mientras la ex primera ministra Yulia Timoshenko tenía un 13%, y Oleg Liashko, un 8,47%. Aunque el vencedor solo podrá ser considerado como jefe del Estado en un plazo de 10 días, Poroshenko actuaba ya el lunes como presidente electo y perfilaba con determinación las grandes líneas su política. Fue cauteloso al expresarse sobre Rusia afirmando que, dado que se trata del principal vecino, “la estabilidad en Ucrania sería imposible sin la participación rusa”. Anunció una reunión con su colega Vladímir Putin para principios de junio, que no sólo estará destinada “a darnos la mano”. “Cada día de demora en las negociaciones con participación de nuestros socios de EE UU y Europa tiene un coste en vidas humanas y la excusa de que no hay un Gobierno elegido ha desaparecido, porque hay un presidente”, afirmó. En la agenda de Poroshenko está un viaje a Donetsk, que será el primero por el país, otro viaje a Varsovia a principios de junio, y otro a Bruselas a fines de ese mes para participar, junto con Georgia y Moldavia, en una reunión en la capital comunitaria donde los tres países abordan los respectivos tratados de asociación con la UE.

El futuro presidente fue vehemente al afirmar que la soberanía ucraniana de Crimea es innegociable y matizó su enfoque sobre la pacificación de la zona minera e industrial de Donbás. Este enfoque consiste en dialogar con aquellos que están dispuestos a entregar las armas y quieren acogerse a una amnistía y combatir a quienes no las depongan. “Con los terroristas no habrá conversaciones”, dijo Poroshenko, quien subrayó que no estaba dispuesto a permitir que Donbás se convirtiera en Somalia. “Soy presidente de todos los ucranios y la primera tarea del presidente es proteger a la gente”, señaló. Recurriendo a imágenes africanas, Poroshenko manifestó que “los terroristas no tienen interés en hablar con nadie, como los piratas de Somalia, no nos necesitan, quieren conservar la situación ilegal, cuando tienen un Estado bandido que se mantiene a punta de pistola”. “Esta gente no representan a nadie, quieren que todo el mundo les tenga miedo. No es aceptable”, dijo y señaló que los amotinados están perdiendo el apoyo de la gente en el Este. “Esta gente no defiende nada, ni federalización, ni lengua rusa, ni derechos, son piratas, bandidos, asesinos”, exclamó. Y advirtió que “de ninguna manera voy a buscar el apoyo de esa gente, porque en ningún país civilizado se negocia con los terroristas”. La “operación contraterrorista” en el Este se hará más corta y más eficaz y en lugar de durar meses durará días. Poroshenko criticó el lamentable estado del Ejército ucranio y dijo que se ha acabado enviar a los soldados descalzos, desnudos y hambrientos. Señaló el futuro presidente estaba dispuesto a luchar por la confianza de la gente de Donbas. Poroshenko se mostró satisfecho de ser el primer clasificado entre los ciudadanos que habían emitido sus votos en Donbás, aunque éstos fueran pocos. Poroshenko tiene la legitimidad de hablar en nombre de toda Ucrania, incluida Crimea y el Este, dijo Karl Lamers, de la misión observadora de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN, quien añadió que estas elecciones son un significativo paso adelante hacia la unidad de Ucrania”

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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