“No podemos actuar como si fuéramos jefes cosacos”
El líder del Sector de Derechas se queja de la incompetencia de los dirigentes de la operación de Kiev contra los prorrusos
Dimitro Yárosh, de 42 años, candidato a la presidencia de Ucrania y líder del Sector de Derechas (organización nacionalista en vías de registro como partido político), acusa de “incompetencia” a los dirigentes de la “operación contraterrorista” en el este del país por su demora en ayudar al batallón Donbás cuando éste sufrió una emboscada el viernes en Kárlovka, en la región de Donetsk.
“Durante horas pidieron ayuda y la ayuda no llegó y los chicos morían y hubo muchos heridos”, señala, refiriéndose a la peripecia de una de las unidades de defensa territorial formada por voluntarios leales a Kiev, que actúan en la zona minera e industrial.
“Hay que corregir de inmediato esta situación anormal”, afirma el político en la villa con jardín que es la nueva sede del Sector de Derechas. El enfrentamiento a Víctor Yanukóvich cohesionó en el Maidán (con armas incluidas) a los diferentes integrantes del Sector de Derechas, que hoy se familiarizan con los instrumentos políticos de una campaña electoral.
La disciplina del portero de pie, que una y otra vez echa la llave al despacho de Yárosh para controlar el acceso, contrasta con el trato amable del responsable de prensa, Borislav Berioza. Yárosh subraya que Berioza es “judío” para indicar que él no es racista ni antisemita. “Aquí nadie se dedica a analizar el ADN de nadie”, sentencia.
Yárosh, un filólogo, espera que el conglomerado bajo su dirección estará pronto registrado como partido. El Ministerio de Justicia no ha puesto objeciones a la solicitud de la entidad inspirada en la ideología del ultranacionalista Stepán Bandera. En cambio, Rusia ha dirigido a la Interpol una orden de búsqueda y captura de Yárosh, al que etiqueta como “fascista”. Al afectado, la “demonización” ni le halaga ni le ofende. Se ríe y agrega: “Soy indiferente, porque cuando hay una guerra la propaganda funciona tergiversando la verdad y la propaganda imperial rusa funcionó así durante años”.
Los hombres de Yárosh luchan en el este de Ucrania y, en tanto que miembros de un batallón de defensa territorial procedente de Dnepropetrovsk, ayudaron el viernes al batallón Donbás, otra unidad territorial, a romper el cerco en Kárlovka y a evacuar a los heridos, dice.
En el este, el Sector de Derechas tiene también miembros que ayudan desde la “clandestinidad” porque “sus vidas y las vidas de sus familiares corren peligro”. “Se dedican a recoger información que facilitan a las estructuras armadas [del Estado] o bien hacen trabajo de propaganda”, dice.
Los miembros del Sector de Derechas militarizados “dependen de sus jefes [militares] y no podemos influir en ellos”, explica Yárosh con énfasis legalista. “Actuamos de acuerdo con la legalidad que establece que un partido no puede tener sus estructuras militarizadas”, insiste. “No se puede permitir que cada uno actúe por su cuenta como si fueran atamanes o jefes cosacos”, dice.
Yárosh dice ser partidario de iniciar un diálogo con los sectores sociales de Donetsk que “hoy carecen de relaciones con Ucrania porque no tienen sus representantes políticos en las organizaciones centrales del poder”, al haberse hundido la confianza en el Partido de las Regiones, que controlaba totalmente el este.
Él es favorable a elecciones parlamentarias anticipadas que ayuden a tender un puente entre Kiev y la gente razonable de Donbás. Advierte, sin embargo, que “el conflicto está provocado desde fuera”.
Tras el despliegue militar ruso en Crimea, la gente de Yárosh no acudió masivamente a la península como pronosticaban los rusos, porque no hubo orden de las autoridades políticas en Kiev. “No hubiéramos podido contener la agresión y hubiéramos sacrificado a nuestros chicos”. Pero, si pudiera volver atrás, Yárosh “daría órdenes claras para defender como mínimo las instalaciones militares ucranianas” y “para neutralizar a los hombres verdes [paramilitares prorrusos] el mismo día que tomaron el Parlamento de Crimea”. “Eso hubiera bastado para no dejar que las cosas evolucionaran como lo hicieron, pero a nuestras autoridades les faltó la voluntad política para ello”, señala.
El político declaró ingresos inferiores a 100 dólares en 2013 y sobrevive gracias a la beca de su hija. Propone acabar con el sistema de partidos controlados por oligarcas, aunque está en contra de las nacionalizaciones. Yárosh tiene una popularidad mínima, pero advierte que “Ucrania, a menudo, da sorpresas a todos”.
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