El Vaticano rectifica sobre una carta del Papa a Cristina Fernández
El obispo argentino Guillermo Karcher lo ha confirmado en una emisora de radio También ha matizado que se trataba de un "telegrama"
Un funcionario del Vaticano protagonizó un papelón por una carta protocolar del papa Francisco a la presidenta de su país, Cristina Fernández de Kirchner, por el aniversario de la independencia de facto de Argentina, del 25 de mayo de 1810. En concreto, la metedura de pata fue de un cura argentino que lleva 21 años en la Santa Sede y es secretario de Protocolo del Papa, Guillermo Karcher. Sucedió así: primero, el Gobierno de Fernández anunció este jueves que el pontífice le había escrito una esquela a Fernández, de tono bastante diplomático; después Karcher anunció que era falsa, pero este viernes el portavoz del Vaticano, el italiano Federico Lombardi, jesuita como Jorge Bergoglio, ratificó que era verdadera. Karcher debió disculparse.
Hoy rectifico y lo hago con mucha honestidad de que no es una carta, es un telegrama oficial, legítimo Guillermo Karcher, obispo argentino
Todo comenzó cuando el Gobierno argentino anunció en su página web la llegada de la carta de Francisco. Desde que Bergoglio fue nombrado máximo pontífice, el kirchnerismo abandonó las críticas al que había sido arzobispo de Buenos Aires y comenzó una estrecha relación entre Fernández y él. A los numerosos políticos argentinos que desfilan por Roma para ver a quien quizá no visitaban en la curia porteña, el Papa les pregunta por la jefa de Estado y les pide que la cuiden. Incluso la Conferencia Episcopal Argentina se ha preocupado de aclarar hace pocas semanas que un documento que alertaba sobre la violencia en ese país no apuntaba solo contra el Ejecutivo.
La carta solo decía lo siguiente en un tono de confianza: “Cristina: Me es grato hacerte llegar mi saludo y cercanía con motivo de la fiesta nacional, junto con mi más sentida felicitación a todos los argentino (sic), para quien pido al Señor, por intercesión de María Santísima de Luján (patrona de Argentina) que encuentren caminos de convivencia pacífica, de diálogo constructivo y mutua colaboración, y crezca así por doquier la solidaridad, la concordia y la justicia. Cordialmente, Francisco”. El próximo domingo, en la fiesta patria de Argentina, la presidenta irá por primera vez en sus siete años de Gobierno a una celebración tradicional en la catedral de Buenos Aires. Desde 2005, el entonces presidente argentino y marido de Fernández, Néstor Kirchner (2003-2007), rompió con la costumbre de que el jefe de Estado vaya el 25 de mayo a la catedral porteña después de que el año anterior Bergoglio criticara allí en su homilía “hábito de polarizar y excluir” y las “pretensiones voraces de poder, la imposición de lo propio como absoluto y la denostación del que opina diferente”. Pero aquellas tensiones, que tuvieron su punto máximo cuando los Kirchner impulsaron la ley de matrimonio gay en 2010, son parte del pasado.
El conflicto reflotó en la noche de este jueves cuando el secretario de Protocolo del Papa anunció desde Roma que la carta era falsa y que había sido “un artista el que hizo este collage”. Karcher incluso conjeturó: “Esto es hecho por muy mala leche”.
Ese mismo día, el secretario general de la Presidencia de Argentina, Oscar Parrilli, y el secretario de Culto del país, Guillermo Oliveri, dieron una conferencia de prensa para decir que la carta había salido de la nunciatura apostólica (embajada del Vaticano) en Buenos Aires, como todos los mensajes habituales del Papa a la presidenta. Ratificaron que la esquela era auténtica.
La desmentida de Karcher desató críticas contra el Gobierno argentino en las redes sociales y en algunos medios de comunicación que llegaron a hablar de “papelón presidencial”. Pero este viernes el portavoz Lombardi desmintió al cura argentino. "La Secretaría de Estado prepara una misiva a nombre del Papa. Es el mecanismo de comunicación habitual para las fiestas patrias", dijo Lombardi. El nuncio apostólico en Buenos Aires, Emil Tscherrig, también confirmó la veracidad de la carta y atribuyó el malentendido a una “confusión”. Incluso Francisco llamó por teléfono al embajador argentino en el Vaticano, Juan Pablo Cafiero, para ratificar la autenticidad del mensaje. “El Papa se manifestó molesto con algunos medios que quisieron sacar agua de tierras áridas", anunció este viernes el secretario general de la Presidencia argentina, que añadió que el pontífice había pedido al embajador que hiciera pública la conversación. El cura Karcher reconoció que hablar de "mala leche" había sido un "exabrupto" e intentó aclararse: "No se trata de una carta sino de un telegrama, ahí está la cosa".
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