Medio centenar de atentados en Irak pese al despliegue policial por las elecciones
Un 58% de los electores vota hasta la tarde, según la Comisión Electoral El primer ministro Al Maliki confía en obtener un tercer mandato
Los iraquíes han acudido a las urnas hoy miércoles, en las terceras elecciones legislativas desde el derrocamiento de Saddam Husein, pero las primeras sin tropas extranjeras. A pesar de las enormes medidas de seguridad, medio centenar de atentados han causado 14 muertos y 36 heridos. No obstante, a la tarde había votado el 58% de los 20,5 millones de electores, según la Comisión Electoral. Queda por ver cuál ha sido la participación en las regiones de población suní, donde la violencia y el descontento hacían temer una elevada abstención que solo puede agravar su falta de voz en las instituciones del Estado.
Los colegios electorales han cerrado, como estaba previsto, a las seis de la tarde (las cinco, hora peninsular española), once horas después su apertura. A pesar de que el recuento se ha iniciado de inmediato, en presencia tanto de representantes políticos como de observadores independientes, pueden pasar bastantes días antes de que se anuncien los resultados. Un total de 9.032 candidatos de 277 formaciones distintas aspiran a alguno de los 328 escaños en liza. Esa fragmentación hace prever que ningún grupo obtenga la mayoría absoluta para formar Gobierno y semanas, si no meses, de negociaciones para forjar alianzas.
Son las primeras elecciones desde que las tropas extranjeras salieron del país en 2011
“Estas elecciones resultaran mejores que las precedentes porque ya no hay soldados estadounidense en suelo iraquí”, ha declarado el primer ministro, Nuri al Maliki, citado por la agencia France Presse. Al Maliki, que se ha mostrado convencido de que lograra un tercer mandato, ha votado en el hotel Al Rachid, en el corazón de la Zona Verde, uno de los legados más visibles de la ocupación y un recordatorio de la precaria situación de seguridad que aún vive Irak.
Para garantizar la celebración de la jornada electoral, las autoridades pusieron el país bajo toque de queda desde las diez de la noche del martes. Los vehículos privados han tenido prohibida la circulación en las ciudades. Y el espacio aéreo debe permanecer cerrado hasta mañana jueves. Además, con el fin de poder desplegarse al completo, los miembros de las fuerzas armadas y los distintos cuerpos policiales votaron entre el domingo y el lunes (el 91% según la Comisión Electoral).
A pesar de esas medidas extraordinarias, las autoridades han informado de medio centenar de atentados contra colegios electorales o votantes. Al menos 14 personas han resultado muertas y 36 heridas. Una explosión mató a cuatro personas al noreste de Bagdad; dos mujeres miembros de la Comisión Electoral murieron en un ataque al norte Kirkuk, y un policía pereció víctima de un suicida a la entrada de un colegio electoral. Además, los insurgentes destruyeron otro centro tras evacuar a empleados y votantes.
De acuerdo con los datos que recopila la misión de la ONU en Irak, cerca de 3.000 personas han muerto en atentados desde principios de año, una media de 25 al día. A falta de que se publiquen los datos de este mes de abril, ya se cuentan 750 muertos.
Cerca de 3.000 personas han muerto durante este año, según la ONU
Después de lograr una significativa reducción de la violencia durante su primer mandato, Al Maliki es criticado ahora por no haber logrado frenar la nueva ofensiva de la insurgencia suní. Sus tendencias autoritarias y su enfoque del descontento de esa comunidad como un problema de terrorismo, sin duda han ahondado la brecha sectaria que se abrió con la invasión del país en 2003. Sin embargo, el entorno regional, con la guerra civil en Siria y la competencia por la influencia entre Irán y Arabia Saudí, también han contribuido a agravar la situación.
Como resultado, las fuerzas gubernamentales se encuentran enzarzadas en una cruenta lucha contra el Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), una escisión de Al Qaeda, y otros grupos insurgentes suníes, en varias provincias. Los combates, al principio centrados en las de Al Anbar y Saladino, han llegado hasta Abu Ghraib, apenas a 30 kilómetros al oeste de Bagdad, y Diyala, al noreste.
El EIIL, que también extiende sus actividades hasta la vecina Siria, ha amenazado a candidatos y votantes suníes para que no participen en las elecciones. En cualquier caso, solo un limitado número de colegios electorales abrieron en Al Anbar, donde sus milicianos y las tribus aliadas controlan varias localidades desde hace meses. Aunque las autoridades dijeron que los escapados de esas zonas podrían votar en los lugares donde se hubieran refugiado, la inseguridad y el malestar con el Gobierno van a afectar sin duda a su participación alentando el círculo vicioso de escasa representación, descontento y violencia en el que se hallan sumidos desde el derribo de Saddam.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.