Rusia anula los acuerdos con Ucrania sobre la presencia de su flota en Crimea

La Duma Estatal de Rusia (cámara baja del parlamento) invalidó este lunes cuatro acuerdos bilaterales con Ucrania que regulaban la estancia de la Flota Rusa del Mar Negro en Crimea. La ley al efecto, respaldada por 443 diputados (de los 450 de la cámara), fue enviada al parlamento por el presidente Vladímir Putin y es la lógica consecuencia formal de la anexión de aquel territorio ucraniano por parte de Moscú. Una mayoría de los crimeos se expresó por la incorporación a Rusia en una precipitada e ilegal consulta convocada el 16 de marzo después de que tropas rusas se hicieran con el control de los puntos clave de la península.

La ley aprobada por la Duma afecta al acuerdo de división de la flota del mar Negro de la URSS, del 28 de mayo de 1997, así como al acuerdo sobre el estatus y las condiciones de estacionamiento de la flota rusa en el territorio de Ucrania y el acuerdo sobre los cálculos económicos de la división, ambos con la misma fecha que el primero. A estos tres documentos, de la época en que Borís Yeltsin era presidente de Rusia, se le añade el acuerdo que prolongaba la estancia de la flota rusa del Mar Negro por 25 años, firmado en Járkov por los presidentes Dmitri Medvédev y Víctor Yanukóvich en abril de 2010. Este acuerdo suponía que, en vez de retirarse en 2017, como se decidió en 1997, la flota rusa podía quedarse en Crimea y en su principal base en Sebastopol hasta 2042, y eventualmente prolongar por cínco años más, hasta 2047.

Grigori Karasin, el viceministro de Exteriores que defendió la ley en el parlamento, manifestó que “desde el 18 de marzo de 2014 Crimea y Sebastopol son una parte inseparable del territorio de la Federación Rusa, al cual se hace extensiva su soberanía”. La comunidad internacional no reconoce esta soberanía.

Al desmontar la base jurídica reguladora de sus relaciones con Ucrania, el Kremlin ha comenzado por lo particular, pero quedan los cimientos. Formalmente, sigue vigente el acuerdo de Amistad y Cooperación ruso-ucraniano de 1997, por el que Rusia, basándose en estatuto de la ONU y el Acta de la CSCE (hoy OSCE), reconoce la integridad territorial de Ucrania. Vigente aún está el acuerdo de delimitación de fronteras terrestres de 2003, que reitera el reconocimiento de estas fronteras según los límites administrativos de las repúblicas soviéticas de Ucrania y Rusia tal como estaban fijados en el momento de desintegrarse la URSS en diciembre de 1991, es decir con Crimea como parte de Ucrania.

En Járkov, Yanukóvich y Medvédev acordaron una descuento de los precios del gas exportado por Rusia, que estaba vinculado a la presencia de la flota. La diputada Tatiana Moskalkova, de Rusia Justa, se regocijó este lunes de que Moscú no tendrá que pagar los 98 millones de dólares anuales que le costaba la estancia de la Flota en Crimea.

En la península los problemas derivados de la nueva situación comienzan a emerger. El vuelo entre Moscú y Simferópol, operado por Aeroflot, dura cerca de una hora más de lo habitual que en el pasado, porque el avión hace un desvío por el Cáucaso para evitar el espacio aéreo ucraniano, señalan fuentes informadas. Los pasajes se han encarecido y Rusia busca alguna compañía sin ambiciones internacionales, que se avenga a reforzar la ruta aérea, en la que se han disparado los precios de los pasajes. El viaje en trasbordador por el estrecho de Kerch es largo e incómodo y el puente planeado por Rusia, en el mejor de los casos, no será operativo antes de 2017, señalan los medios.