El contrabando de cigarrillos golpea a las tabacaleras en Centroamérica
La entrada masiva de productos sin pagar aduanas e incluso sin control sanitario se ha disparado en los últimos cinco años
Decenas de millones de unidades de cigarrillos son introducidos cada año de contrabando a Centroamérica desde China, Paraguay, Vietnam, India y otros centros masivos de producción y tráfico ilícito.
La creciente actividad mafiosa utiliza puertos de Panamá y de Belice para reexportar tabaco sin pagar impuestos hacia una zona ya sacudida por múltiples modalidades del crimen organizado, desde el tráfico de personas, armas, órganos y drogas hasta el de bienes arqueológicos, maderas preciosas y animales protegidos.
“Es de amplio conocimiento la gran afectación económica que causa el comercio ilícito, golpeando de manera drástica las operaciones y salud financiera de las empresas de nuestra industria y muchas otras que se ven afectadas”, dijo el ejecutivo costarricense Felipe Soto, de la transnacional British American Tobacco Panamá (BAT), en una declaración escrita que entregó a EL PAÍS.
Soto explicó que las autoridades deben establecer y fortalecer “medidas y controles para erradicar el contrabando”. Por el incremento del tráfico ilícito, entre otros factores, BAT comunicó el pasado 5 de marzo a sus proveedores que decidió cerrar sus operaciones en El Salvador.
Por su lado, la oficina en Costa Rica de la trasnacional Philip Morris International (PMI) advirtió en su sitio en Internet que aunque apoya una regulación integral de los productos de tabaco, esas políticas “deben considerar la posibilidad de que sus medidas provoquen consecuencias adversas que vayan en contra de los objetivos de salud pública, como por ejemplo, incrementar la demanda de cigarrillos ilegales”.
"Los Cigarreros"
Un comando de 400 efectivos policiales, 200 soldados del Ejército y 150 oficiales del Ministerio Público de Guatemala ejecutó 40 allanamientos en los departamentos de El Petén, Izabal, Zacapa, Sacatepéquez, Escuintla y Guatemala el pasado 10 de enero y desarticuló una organización de contrabando de cigarrillos denominada “Los Cigarreros”, en el desenlace de una “Operación Amanecer” desplegada durante más de tres meses y que permitió el arresto de 37 personas.
“Este grupo criminal estaba conformado por funcionarios de la Superintendencia de Administración Tributaria”, y por policías y comerciantes, informó el Ministerio de Gobernación de Guatemala. Los detenidos están acusados de asociación ilícita, contrabando aduanero y tráfico ilegal de flora y fauna.
La organización mafiosa “tenía contactos en otros países” y se dedicaba al contrabando de cigarrillos, whisky, madera y maíz, que ingresaban por Belice para evitar pagar impuestos de importación y luego lo introducían a Guatemala en complicidad con trabajadores aduanales y policías, para luego “ser vendidos al menudeo”, aseguró el ministro guatemalteco de Gobernación, Mauricio López.
“Es un negocio muy rentable”, afirmó, por su parte, el costarricense Luis Alonso Bonilla, director de la Policía de Control Fiscal del Ministerio de Hacienda de Costa Rica. Consultado por este diario, Bonilla aseguró que “hay varias organizaciones” involucradas que “se están investigando”.
Los decomisos en Costa Rica pasaron de 12.670 piezas en 2009 a 14,1 millones en enero y febrero de 2014, por lo que este año podrían superar los 21,8 millones de 2013, según la Policía Fiscal. Costa Rica incautó más de 49,9 millones de enero de 2009 a febrero de 2014.
Más de 64,8 millones de cigarrillos fueron confiscados en Guatemala en 2013. Solo en dos operativos efectuados el 11 de noviembre de 2012, la policía guatemalteca localizó más de 11,2 millones de cigarrillos procedentes de China y más de 614.000 de otro origen.
En varias incautaciones de ese tipo de productos ilegítimos a partir de 2011, México confiscó más de 150 millones de unidades en puertos del litoral Pacífico. Sólo en uno de los operativos, las autoridades mexicanas requisaron 10 millones en 2012 en un barco de bandera de la isla caribeña de Antigua y Barbuda que zarpó del puerto panameño de Balboa, en el Pacífico, con destino a México.
Autoridades de la industria coinciden en que un punto vulnerables para el tráfico es la estatal Zona Libre de Colón (ZLC), que funciona desde 1948 en el sector caribeño de Panamá y está regida por un mecanismo de excepción fiscal para empresas privadas que le convirtió en el principal puerto de reexportación de mercancías de América Latina y el Caribe y el segundo del mundo, solo superado por Hong Kong. Este diario intentó sin éxito contactar a autoridades de la ZLC para que se refirieran a las denuncias.
Marcas baratas
El negocio regional está marcado por dos características con la sombra de la competencia desleal. Por un lado, los cigarrillos legítimos de numerosas marcas que son introducidos a la zona sin pagar impuestos para ser vendidos en los mercados legales, y, por el otro, las de marcas “baratas” que penetran al área también por vías de contrabando y defraudación fiscal y son producidos sin seguir los controles sanitarios y de calidad.
En el caso costarricense, las organizaciones mafiosas “introducen marcas que no tienen permiso sanitario o marcas reconocidas pero que fueron fabricadas para vender en otro país y los introducen a Costa Rica sin realizar el trámite de importación”, narró Bonilla. Las marcas “baratas”, añadió, son introducidas al país tras evadir el control aduanero y sin autorización del Ministerio de Salud, que exige un informe sobre la composición del tabaco para ser importado y comercializado en esta nación.
La estatal Autoridad de Aduanas de Panamá informó a este diario de que los cigarrillos Jaisalmer, procedentes de India, están entre las marcas con mayor incautación en sus operativos. Otras marcas de mayor venta, decomiso y destrucción en Panamá son las asiáticas Shuang Xi y Gold Mint, las paraguayas Euro y Blitz y las indias Birmingham, Glory, Cumbia Ultra Light, Cumbia Menthol y Gold City. A mediados de este mes, Panamá trituró más de 4 millones de cigarrillos que ingresaron sin cumplir los requisitos legales.
Guatemala ha confiscado cigarrillos de marcas como Modern, Royal, Premium, Marley, Mayople, Gem Lg, Platinium, GL Supremo y Miniura, de distintas procedencias y que entran a ese país desde Belice. Todas esas marcas “baratas” penetran a Centroamérica mediante contrabando y defraudación aduanera, ya que se declara una mercancía diferente o, aunque se manifieste el tipo de producto, se registra en cantidades menores, aparte de que carecen de las acreditaciones sanitarias.
En agosto de 2012, en un foro en Panamá sobre el negocio y basado en información de fuentes oficiales, Alfonso Cordón, entonces gerente regional de protección de marca de BAT, aseguró que Los Zetas y otros cárteles mexicanos del narcotráfico están involucrados en el contrabando de cigarrillos para el “lavado” de dinero. “Es una suposición. No hemos llegado a esa conclusión”, aclaró Bonilla, al confirmar que las organizaciones que controlan esta actividad ilícita “están en la mira”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.