La manifestación anti-fracking en California reúne a miles de personas
Los manifestantes piden en Sacramento al gobernador Brown que prohíba o dicte una moratoria para la facturación hidráulica
Los grupos medioambientalistas están muy enfadados con Jerry Brown, tal y como han dejado claro en la manifestación que durante la tarde del sábado se celebraba en la explanada del Capitolio, ante miles de californianos venidos desde todos los puntos del Estado. No le perdonan al Gobernador que “quien se erige como estandarte del medio ambiente, no haya sido capaz de no sucumbir al dinero de las compañías de extracción de gas y petróleo”, en palabras de Justin Kelsey, involucrado con Greenpeace en Sacramento, una de las cerca de 150 organizaciones de defensa del medio ambiente presentes en la protesta.
Tampoco muchos demócratas están del lado del Gobernador en lo concerniente al fracking, tal y como se puso de manifiesto en la Convención Demócrata celebrada el pasado fin de semana en Los Ángeles. La propia senadora en la Asamblea, Holly Mitchell, intervenía en el palco de los oradores en la manifestación para comunicar a los presentes que está trabajando en conseguir una moratoria. “Hace tres años nadie sabía lo que era fracking, y ahora gracias a vosotros estamos bien informados. Es importante que sigáis haciéndoos oír, pues aunque parezca que no, el Gobierno os ve y os escucha”, señaló Mitchell, ante los aplausos de los manifestantes que enarbolaban un bosque de pancartas.
“Dont’ frack my future” (“No rompas mi futuro”), esgrimía Michel Fernández, una californiana de raíces peruanas, acompañada por su madre, pero con voz propia a sus 9 años: “Es estúpido hacer esto, envenenar a la tierra y a nosotros. Queremos tener un futuro, nosotros y el planeta”.
El miedo de Michel lo comparten muchos, temerosos de que esta práctica, consistente en fracturar las rocas mediante una inyección a alta presión de agua, arena y productos químicos para extraer gas y petróleo, pueda contaminar el agua, el aire y los alimentos. Además un boom del fracking en California podría incrementar el riesgo de sufrir terremotos, según el informe “On shaky ground” (“en tierra de temblores”), publicado por tres grupos medioambientales.
Rose Braz, del Center for Biological Diversity, expresaba en la tribuna de oradores esa misma idea: “Proteger a California de la polución originada por el fracking debe ser la tarea más importante que tiene por delante el Gobernador Brown en lo que le resta de mandato y en el que viene. Tiene que prohibir a la industria del petróleo utilizar estas técnicas altamente tóxicas en nuestras comunidades. Si no se da prisa, el daño que se va a causar a nuestro aire, agua y clima puede devastar el Estado Dorado para siempre”.
También las comunidades latinas vinculadas a la agricultura en el centro y sur de California se están mostrando especialmente sensibles con el tema del fracking, ya que como ponía de manifiesto Rodrigo Romo, vinculado al Center on Race, Poverty and the Environment en el Central Valley, “el fracking está creando en nuestro entorno enfermedades como asma y cáncer, ya que cada vez más la industria del petróleo está penetrando en nuestro territorio, utilizando además millones de galones de agua que nosotros pagamos de nuestro bolsillo”. “Los latinos también tenemos voz y voto y nos van a oír”, en palabras de Romo.
Tampoco las tribus indias son ajenas al fracking, tal y como expresó la líder espiritual de la tribu Winnemen Wintu, Caleen Sisk: “Si envenenan el agua y las montañas, nosotros no tenemos otro lugar donde podamos ir para cuidar de nuestras tradiciones”. Junto a ella, vestida con las ropas tribales, rezaba la pancarta: “This land is our land and our children can’t breath oil or drink money” (“esta tierra es nuestra tierra y nuestros hijos no pueden respirar aceite o beber dinero”).
Tim Krantz, profesor de la Universidad de Redlands en el Sur de California y experto en geografía, dijo en la tribuna de oradores que “el fracking es el asunto más serio que en estos momentos se juega California en materia medioambiental. La industria está mintiendo cuando dice que esta práctica no es tóxica”.
Lo cierto es que según el Center for Bioligical Diversity, uno de los grupos de la coalición dontfrackcalifornia.org, “esta práctica está experimentando un boom en California y ahora mismo hay diez condados en los que se está llevando a cabo: Los Ángeles, Monterey, Sacramento, Santa Barbara, Colusa, Glenn, Kern, Sutter, Kings y Ventura”. Y ello, pese a que el 51% de los californianos, según las encuestas, están en contra.
Y no sólo en California, la producción de gas y petróleo en EE.UU se ha disparado en los últimos años, debido en buena medida a la extensión del fracking. Cada año se estima que se perforan 25.000 nuevos pozos y la práctica va en aumento, dado que la Administración Obama ha apostado claramente por potenciar los recursos energéticos propios y tener menos dependencia del exterior.
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