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La escalada

Lluís Bassets

Cada tanto sube al marcador como una victoria definitiva, pero luego la perspectiva lo sitúa como una jugada más de una larga partida. El primer punto fue para Putin cuando consiguió que Yanukóvich renunciara al acuerdo de asociación con la Unión Europea. El segundo se lo apuntó la oposición ucrania cuando convirtió la renuncia en la chispa del Maidán: uno a uno. El tercero fue de nuevo para la oposición: Yanukóvich huyó y fue destituido: uno a dos y tanteo muy desfavorable para Moscú, pues significaba que Ucrania y Kiev, la vieja capital medieval de los rusos, salen de su área de influencia histórica.

Pero se equivocó quien se precipitó en el balance: la súbita invasión de Crimea, desde dentro, mediante un ejército anónimo desplegado por Rusia, situó de nuevo las cosas en empate, territorial incluso, una vez el Parlamento declara la independencia de la península y el pueblo soberano la ratifica este domingo. Otra pérdida, probablemente sin marcha atrás: Ucrania se quedará sin Crimea. Será difícil que esta baza entre en una futura negociación, que partirá al menos de la realidad rusófona de la península, de su peso simbólico para Moscú y de la permanencia de la flota rusa.

Moscú tiene ya las siguientes jugadas esbozadas. La primera, proceder en la Ucrania oriental y rusófona como ya ha hecho en Crimea. Fuerzas anónimas que se identifican como autodefensas, algunas autoridades locales prorrusas y unos puñados de manifestantes bastan para otra invasión desde dentro que tiene mucho de golpismo y poco de insurrección. De triunfar, ya no estaremos ante la secesión de Crimea, sino abriendo en canal a Ucrania entera, para dejar a las minorías rusófonas dentro de la esfera de Moscú.

En Kiev hay quien empuja en esta misma dirección. La inicial anulación del ruso como lengua oficial trabaja por la independencia de Crimea, al igual que la petición de entrada en la OTAN trabaja por la partición de Ucrania en dos. Yanukóvich ya señala el siguiente movimiento, con su amenaza de recuperar el poder en Kiev. También hay algunos datos positivos aunque escasos, en esta extraña confrontación: tras la matanza de Maidán, ahora no hay enfrentamientos, apenas unos tiros al aire; Putin habla largamente por teléfono con Obama y Merkel; no hay opciones militares encima de la mesa. Es una escalada, pero en otras circunstancias, por ejemplo las de ese 1914 que ahora celebramos, la guerra ya habría estallado.

Comentarios

La torpeza que hace gala la UE (junto con EEUU) hace parecer a Putin casi un Lorenzo de Medicci en contraste. Por no hablar de los errores y extrañas decisiones del Gobierno "provisional" ucraniano, casi al albur de los intereses que flotan por arriba (EEUU, OTAN, UE, Rusia) como los que van por debajo (Svodoba, Pravy Sektor, NGE) y sin apenas autononomía (país al borde de los números rojos). Ucrania ahora mismo es un pelele de trapo del que tiran varios intereses. Sólo la contención de los diferentes bandos (y la relativa moderación de la gente común, no asociada a los partidos y lejos de Kiev) hace de balsa de aceite. A ver si hay cordura y se hace una mesa redonda, con luz y taquígrafos. Pero este "dick wagling between monkeys" no lleva a nada.
Un 'do ut des' forzado hasta que el 'do' no de más de sí. Es curioso, ahora que las armas son más poderosas, las escaladas se quedan en escaladas. En cambio, cuando las armas eran antediluvianas se tiraba de gatillo a la mínima. Uy, como se enteren, promocionan las armas atómicas urbi e orbe.
Mirando desde lejos y sin partidismo, creo que Ukrania tiene todo el derecho de involucrarse con quien estime conveniente para su bienestar y futuro. De su presidente depuesto, no era mas que un títere al servicio de los intereses Rusos, un representante de los intereses de los Magnates Rusos. Ahora bien, si Putin comete el error y el beneficio de anexionarse Crimea, su derecho al Veto en la ONU no tendrá ningún efecto y China su gran aliado tendrá que enfrentarse sola ante el bloque occidental, la decisión del gobierno Ruso despejara el camino para futuras intervenciones de EEUU, quien tendrá mas que una justificación para por ejemplo, intervenir de una vez en la masacre Siria amparada y justificada por Moscu y Pekin, la cual representara a largo plazo para la Federación Rusa la perdida de la base en Tartus. Creo que por una parte ganara su permanencia en el Mar Negro y por otra perderá la del Mediterráneo.
Hay que organizar una conferencia internacional para fijar las relaciones entre la UE, Ucrania, Rusia y demás países del partenariado oriental. Por cierto, ¿aceptaría Rusia renunciar a Crimea si todos los que han reconocido Kosovo reconsiderasen ese reconocimiento, y volviésemos así todos a un mundo más seguro y estable?
putin esta obligando a Europa, a alejarse de Rusia cosa esta que le vendría bien a Europa, Rusia es muy peligrosa, el nacionalismo ruso acompañado de su nueva vocación imperialista , debe obligar a Europa a realizar un trabajo de revisión política,y económica...putin se volvió vicioso, con lo de osetia y abjasia, y parece que esta probando una nueva tajada con lo de crimea, talvez no se atreva a meterse a ucrania ya perdio la sorpresa,el sabe que lo están esperando para armarle la próxima chechenia y esta vez, no le ira como en chechenia, Europa y eeuu, no se quedaran de brazos cruzados y en silencio esta vez le aran una guerra de verdad, y intentaran quedarse con la cabeza de el, los europeos necesitan una guerra en sus puertas eso los obligara a salir del letargo, del buenismo politico, y de la modorra que da la democracia...obama ahora entenderá que el mundo no es según el, con su indiferencia y aparente buenomia, no ....el mundo es como putin es, ese es el mundo real ..el de los oportunistas y mafiosos politicastros pseudos nacionalistas, con infulas de redentores y seudo héroes...putin le esta dando la oportunidad a occidente de poner los pies sobre la tierra, si invade a ucrania, se joderá rusia..eso es seguro...sera aislada y la otan tendrá de nuevo que acudir, a la vieja cartilla de la guerra fria, que en realida nunca ah pasado putin, nunca creyo en que paso y lo esta demostrando...
El colmo del invadido: que te ataque tu invasor con las armas que le han vendido quienes se oponen a tu invasión. Ello contando, ojo, con que el invasor se sienta invasor y no invitado y el invadido anfitrión.
Crimea era rusa antes de la actual crisis (aunque formalmente perteneciera a Ucrania). Con aumento en la tensión o sin él, primero su secesión y luego su federación a Rusia, parecen inevitables. Salvar a Ucrania entera de ese naufragio democrático que produjo Yanukóvich es imposible, pues Putin exige, para salvar la cara, al menos una porción del botín.
Alemanes, rusos, serbios, búlgaros, ucranios, turcos, qué son, como dice Gaziel, sino motes nacidos del exceso de ideología y de la falta de fraternidad, motes que alcanzan su sentido con quienes más puros se sienten, artística, intelectual y económicamente hablando. La moda nacionalista, que se dice, y a la que apuntaba Benjamin: siempre se creen mejores que los demás quienes no saben cómo distinguirse de quienes van prosperando y se acercan a sus alturas. El error monstruoso e injusto, sigue Gaziel, es cuando se envuelve en esas denominaciones nacionales a la masa impersonal, oscura, eternamente paciente e irresponsable del pueblo. Porque se llame como se llame, la turbamulta de desheredados permanece siempre la misma, sumergida en su miseria, sujeta a todos los males y arrastrada, sin tener arte ni parte, a sufrir todas las calamidades de la vida. En fin, que siempre padecen los mismos para que prosperen los de siempre.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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