Correa hace cambios en su gabinete por los resultados electorales en Ecuador

Rafael Correa ha reestructurado su gabinete ministerial tras el revés electoral que sufrió su partido, Alianza País, en los comicios del 23 de febrero. El pasado lunes, mediante un Decreto Ejecutivo, se oficializaron los cambios en cinco carteras de Estado. La primera damnificada fue Betty Tola, que ha sido parte del gobierno desde 2011, primero como Secretaria Nacional del Migrante y luego como titular del Ministerio Coordinador de la Política (actual Secretaría Nacional de Gestión de la Política). A esta ingeniera en administración de empresas, que dejó la dirigencia de Pachakutik para unirse a Alianza País, se le atribuye parte de la derrota electoral por la mala definición de las candidaturas y la falta de alianzas políticas en el ámbito local.

La gestión política pasa ahora a manos de Viviana Bonilla, la joven abogada que compitió con Jaime Nebot por la alcaldía de Guayaquil y obtuvo casi el 40% de la votación. Con este cambio se consolida la hegemonía de los militantes procedentes de la costa del país, tanto en el Gobierno como en el partido oficialista, como señala Napoleón Saltos, catedrático de teoría política de la Universidad Central. “En Alianza País hay dos grandes corrientes; una corriente en términos de representación con el vicepresidente Jorge Glas y los hermanos Vinicio y Fernando Alvarado (ambos parte del gabinete), que ha logrado hegemonizar con un proyecto más ligado a los grupos económicos de Guayaquil y sectores extractivistas. Y está una corriente diferente de sectores más vinculados a Quito, que proceden de una visión más social y que dentro del partido empiezan a perder terreno. En esta están adscritos Betty Tola, Augusto Barrera (que perdió la alcaldía de Quito) y Fander Falconí (que dejó el Gobierno el año pasado)”.

En la reorganización del gabinete se ha visto otro gesto de Correa que demuestra su confianza en sus colaboradores de la costa: el regreso de Vinicio Alvarado a la Secretaría de la Administración Pública, que equivale a que sea nombrado el jefe del gabinete ministerial. Este publicista, que no tenía una conocida afiliación política antes de este Gobierno, estuvo en ese puesto desde 2007 y a la par dirigió las campañas electorales de Alianza País. Pero en junio del año pasado pasó a dirigir la Cartera de Turismo y no se ocupó de los comicios electorales del pasado 23 de febrero.

El presidente reconoció en su emisión televisiva y radial del pasado sábado que perder la experiencia de Vinicio Alvarado fue un factor fundamental para no reeditar los éxitos electorales anteriores. “Renovarse o morir. Nos dedicamos mucho a la gestión y poco a la política”, dijo Correa y añadió que los cambios en el gabinete “permitirán reforzar el frente político que incluye la reestructuración de Alianza País”.

Los otros movimientos oficializados esta semana han sido en ministerios más susceptibles al cambio como en la Cartera de Transporte y Obras Públicas, que ha tenido seis ministros durante la Revolución Ciudadana. Y también se han visto reincorporaciones como el caso del teniente coronel Rommy Vallejo, exjefe de la Unidad de Gestión de Seguridad Interna de la Presidencia de la República, que regresa al equipo de colaboradores del presidente como Secretario Nacional de Inteligencia.

Queda todavía por definir los titulares de las carteras de Turismo y de Justicia, esta última está encargada desde noviembre del año pasado a José Serrano que se ha convertido en el doble ministro de este gobierno porque también lleva el Ministerio de Interior. Y aunque se anunció que los candidatos de Alianza País que perdieron en las urnas serían incorporados al Gobierno, todavía no se sabe el destino de Augusto Barrera, que solo consiguió el 30% de los votos en Quito y tendrá que dejar la alcaldía en mayo.

Nuevos partidos políticos quitan votos a Alianza País

Rafael Correa ha reconocido un revés electoral para Alianza País por la pérdida de las principales ciudades del país (Quito, Guayaquil y Cuenca), pero a la hora de evaluar los resultados electorales del pasado 23 de febrero prefiere hablar del conjunto país y dice que su partido obtuvo el 30% de las alcaldías (68 de 221) y el 43% de las prefecturas (10 de 23), de acuerdo con los datos todavía preliminares del Consejo Nacional Electoral.

Si el análisis se hace pegado a estas cifras, la pérdida para Alianza País no es significativa pues en las elecciones locales de 2009, el partido se llevó el 32% de las alcaldías del país (72 de 221) y el 34% de las prefecturas (8 de 23). Al hilo de estos datos incluso se podría hablar de una ganancia parcial del partido de Gobierno por el aumento de prefecturas.

La revista de análisis político Poderes, sin embargo, ha hecho una análisis de los partidos y movimientos políticos que han conquistado las alcaldías de las capitales de provincia. Así resulta que Alianza País que antes tenía 10 ciudades principales ahora solo tiene 3. Y, en cambio, se nota el avance de nuevas fuerzas políticas como Suma y Avanza, cuyos candidatos se han impuesto en 8 capitales de provincia.

Pachakutik también aparece como un actor político importante tras estas elecciones porque recupera los territorios donde los indígenas tienen asentamiento. A la luz de los resultados preliminares, este partido ha captado 32 alcaldías y 5 prefecturas, y lo interesante es que triunfa en los territorios donde hay conflictos por la minería y el extractivismo.

Para el analista Napoleón Saltos la ganancia de otras tiendas políticas es un retroceso electoral y político del proyecto de Alianza País y un cambio en la correlación de fuerzas entre el Gobierno y el retorno de partidos y movimientos que vienen desde el centro democrático hacia la derecha. “Las fuerzas de la socialdemocracia se reconstituyen y surgen esos dirigentes que se formaron a partir de los años ochenta, con el retorno de la democracia, y que no encontraron espacio en Alianza País”.