Egipto estrena un Gobierno continuista

Los integrantes del nuevo Ejecutivo de Egipto, presidido por Ibrahim Mahlab, juraron el sábado por la tarde su cargo en presencia del presidente interino del país, Adli Mansur. De la treintena de ministros, veinte repiten en sus respectivas posiciones, además del propio Mahlab, que antes ocupaba la cartera de Vivienda. Dentro de este grupo también figura el ministro de Defensa, Abdelfattá al Sisi. Desde hace semanas, se espera que el mariscal, considerado el hombre fuerte del régimen, presente su candidatura a las elecciones presidenciales.

Varios pesos pesados del Ejecutivo dirigido por Hazem el Beblawi, que presentó la dimisión de forma inesperada el pasado lunes, también mantendrán su cargo, como el ministro de Exteriores, Nabil Fahmi, o el ministro de Interior, Mohamed Ibrahim. Este último ha recibido duras críticas por parte de las organizaciones de derechos humanos a causa de las abusos que tienen lugar en comisarías y cárceles. Durante los últimos siete meses, las fuerzas de seguridad han arrestado más de 20.000 personas, la mayoría en el transcurso de manifestaciones.

A este coro de voces críticas se sumaron el viernes varios partidos laicos que solicitaron en un comunicado la no renovación de Ibrahim como responsable de Interior en el nuevo Gobierno. Entre los firmantes, destacan el Partido Socialdemócrata, al que pertenece el primer ministro saliente, y el Partido de la Constitución, creado por el premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei. Ambas formaciones apoyaron el golpe de Estado que depuso el pasado 3 de julio al islamista Mohamed Morsi, primer presidente electo en las urnas tras la revolución de 2011.

En cambio, no repetirán en sus cargos tres ministros con un peso político relevante: Kamal Abu Eita, un histórico líder sindical que asumió la cartera de Trabajo, Hossam Eissa, responsable de Universidades, y Ahmed Galal, de Finanzas. “Creo que uno de las principales razones que provocó el cambio de gobierno es la ola de huelgas que ha experimentado el país, así como su delicada situación económica”, sostiene Ibrahim Awad, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de El Cairo. Durante las últimas semanas, se han producido parones en los sectores del textil, la medicina pública, el transporte público, y los funcionarios locales, entre otros.

La mayoría de los once nuevos ministros tiene un perfil tecnocrático, como el nuevo responsable de Finanzas, Hani Kadry Dimian. El nuevo ministro ha sido uno de los principales negociadores con el Fondo Monetario Internacional de un crédito que no ha llegado a concretarse, y ejerció de vice ministro entre octubre del 2012 y abril del 2013. Por su parte, el nuevo primer ministro, Ibrahim Mahlab, era miembro del comité político del Partido Nacional Democrático del ex dictador Hosni Mubarak, un argumento más para los observadores que consideran que sostienen que el nuevo tiempo político representa un retorno al antiguo régimen previo a la revolución del 2011.

La mayoría de analistas interpretaron la dimisión del Ejecutivo como un gesto para allanar el camino al anuncio de la candidatura presidencial de al Sisi, que los medios locales dan por hechas desde hace semanas. Sin embargo, a causa de la demora del anuncio oficial por parte del mariscal, están empezando a circular rumores de que al Sisi podría optar finalmente por no dar el salto al ruedo político. Entre los indicios que se señalan, el hecho de que el presidente Mansur aprobara por sorpresa una ley el jueves que retirala presidencia del Consejo Superior de las Fuerzas Armadas, el órgano que agrupa la cúpula militar del país, de las competencias del futuro raïs. ¿Qué necesidad hay de tomar esta medida si el próximo presidente será el más prominente miembro de la cúpula del Ejército?