Rusia pide a la UE que presione para que la oposición ucrania cumpla el pacto
Moscú acusa a los contrarios a Yanukóvich de "presentar nuevas exigencias" y de hacer el juego a "los extremistas y vándalos armados"
Rusia mostró el sábado su preocupación por cómo se están desarrollando las cosas en Kiev y afirmó que los extremistas amenazan la soberanía de Ucrania. El ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, mantuvo sendas conversaciones telefónicas con sus colegas alemán, Frank-Walter Steinmeier, francés, Laurent Fabius, y polaco, Radoslaw Sikorski, a quienes les transmitió la profunda inquietud del Kremlin por lo que acontece en Ucrania.
Lavrov afirmó que la oposición del país vecino "no solo no ha cumplido ninguno de sus compromisos, sino que presenta nuevas exigencias haciéndole el juego a los extremistas y vándalos armados". Las acciones de estos radicales representa un amenaza real "a la soberanía y al régimen constitucional de Ucrania", manifestó el jefe de la diplomacia rusa.
El incumplimiento de los acuerdos firmados el viernes puede tener graves consecuencias para el país, según Rusia. De ahí que Lavrov haya insistido ante sus colegas en la necesidad de utilizar toda su influencia para que la oposición cumpla dichos acuerdos y para contener a los extremistas.
"Es hora de cesar de engañar a la opinión pública mundial haciendo como si el Maidán representa hoy los intereses del pueblo ucranio", se dice en la nota publicada en la página del Ministerio de Exteriores ruso en la que se informa de las conversaciones mantenidas por Lavrov con sus colegas europeos.
Según dicha nota, los ministros de Exteriores de Alemania, Francia y Polonia "comparten la preocupación de Rusia, reconocieron el incumplimiento por parte de la oposición de sus compromisos y prometieron dar urgentemente pasos para garantizar la realización de los acuerdos" a los que se llegó el viernes.
El comunicado del Ministerio de Exteriores ruso fue divulgado después de que el presidente ucranio, Víktor Yanukóvich, denunciara desde Járkov que ha habido un golpe de Estado en Kiev.
Para algunos observadores rusos, es sintomático que Yanukóvich haya decidido hacer esa declaración desde la ciudad que fue la primera capital de la Ucrania soviética y donde la población es predominantemente rusohablante. Precisamente la contradicción entre los rusohablantes del este de Ucrania y los habitantes de las provincias del oeste será el principal problema que deberá resolver el nuevo gobierno, si quiere evitar una desintegración del país, opina el historiador Serguéi Jarlámov.
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