La Casa Blanca pide al presidente de Ucrania la retirada inmediata de la policía
Washington se define "escandalizado" ante el hecho de que las fuerzas de seguridad del país estén disparando con armas automáticas contra los manifestantes
La Casa Blanca se ha definido este jueves “escandalizada” ante el hecho de que las fuerzas de seguridad ucranianas estén disparando con pistolas automáticas contra los manifestantes en Kiev y ha pedido al presidente del país que ordene la inmediata retirada de la policía del centro de la ciudad. Pese a la tregua pactada entre el presidente Víctor Yanukóvich y la oposición, los enfrentamientos proseguían entre manifestantes y policías y según fuentes oficiales casi 70 personas habían perdido la vida a consecuencia de ellos.
En un comunicado, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, ha pedido a Yanukóvich que no involucre al Ejército en los choques contra los manifestantes y que ordene “inmediatamente” la retirada de las fuerzas de seguridad del centro de Kiev, aunque no ha especificado qué consecuencias tomará Washington una vez que ha quedado claro que sus anteriores llamadas a poner fin a la violencia han sido ignoradas.
La Casa Blanca también informaba de que Obama había hablado por teléfono con la canciller alemana Angela Merkel para tratar la situación en Ucrania. "Ambos estuvieron de acuerdo en que es crítico que tanto EE UU como la UE y Alemania sigan en contacto en los próximos días para dar los pasos necesarios para acabar con la violencia y encontrar la solución política mejor para el pueblo ucraniano", finaliza el breve comunicado emitido por la Casa Blanca respecto a la conversación entre los dos mandatarios.
El miércoles, el presidente Barack Obama advertía de que habría “consecuencias" para aquellos que ejercieran la violencia indiscriminada contra los manifestantes y consideraba al Gobierno de la exrepública soviética responsable a la hora de garantizar la seguridad de los manifestantes y el derecho del pueblo ucraniano a expresarse libremente, “sin miedo a la represión”.
En ese mismo sentido, el portavoz de la Casa Blanca ha instado también a Yanukóvich a respetar “el derecho de manifestación pacífica”, a la vez que ha pedido a los manifestantes que expresen sus ideas sin violencia. Carney ha recalcado en su comunicado que el uso de la fuerza no va “a resolver la crisis” y, de nuevo, ha llamado a entablar “un diálogo significativo” que ayude a reducir la tensión y proponga “medidas claras” para acabar con el conflicto.
La Casa Blanca sigue con antención los acontecimientos de Ucrania y las primeras declaraciones que Obama realizó el miércoles pasado a su llegada a México, para asistir a la cumbre de Líderes de Norte América, se refirieron a una crisis que se desató a finales de noviembre y no para de sumar muertos. El mandatario norteamericano pidió en México a Yanukóvich que garantice una transición hacia un gobierno de unidad en Ucrania que, al menos “de momento”, de un respiro para organizar unos comicios libres. “Esperamos que la tregua se mantenga”, dijo Obama al concluir la cumbre celebrada en la ciudad mexicana de Toluca.
La crisis ucraniana supone un nuevo punto de fricción entre Moscú y Washington, que vivió su pico más alto a principios de este mes cuando el Kremlin acusó a la Casa Blanca de “interferir groseramente” en la exrepública soviética –con un Gobierno cercano a Putin-, mientras que la Administración demócrata culpaba a Moscú de haber hecho pública una conversación privada entre dos altos cargos diplomáticos norteamericanos, en la que uno de ellos desdeñaba de manera disciplente el papel de la Unión Europea en la gestión del conflicto.
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