_
_
_
_

“Tengo mucho que rezar por Venezuela”

Decenas de ciudadanos del país suramericano residentes en México denuncian la violencia contra los estudiantes con una concentración frente a la embajada

Beto Umaña, de 17 años, en la manifestación que él convocó
Beto Umaña, de 17 años, en la manifestación que él convocóSAÚL RUIZ

El venezolano Beto Umaña tiene 17 años. Llegó con su familia a México en 2011. El miércoles no pudo contener las lágrimas al enterarse de la muerte de tres personas –dos estudiantes que bien podrían ser él- durante las protestas antigubernamentales en Caracas. Comenzó a difundir a través de Twitter y Facebook la convocatoria de una manifestación frente a la embajada de Venezuela en la capital mexicana. Beto llegó una hora tarde al encuentro que él mismo había organizado. Estaba en catecismo: “Tengo mucho que rezar por mi país”.

Algo más de medio centenar de venezolanos acudieron el jueves por la noche al llamamiento del chico. Con la gorra tricolor, banderas y pancartas en contra de la gestión del presidente Nicolás Maduro, los expatriados mostraron su preocupación por la difícil situación que se vive en su país. La convocatoria adquirió especial relevancia por las declaraciones del ministro de Interior venezolano, Miguel Rodríguez Torres, en las que aseguraba que el origen de los enfrentamientos fueron grupos infiltrados entrenados en México como parte de un plan llamado fiesta mexicana. “Eso es un mecanismo de distracción, una política de echarle la culpa a los demás”, dijo Eduardo Mallorca, uno de los presentes.

La actriz y presentadora de televisión Jollie Mercanti, en Norteamérica desde 2007, también cree que se trata de una estrategia del Gobierno para quitarse de encima la responsabilidad de lo ocurrido. “La única fiesta que quieren los venezolanos es la de la democracia. Nadie busca la guerra. Solo queremos salvar a nuestro país. Hace tiempo que allí no se cubren las necesidades básicas de los ciudadanos”, explica.

“Lo que hay en Venezuela es una guerra no declarada”, aseguró ante las cámaras Mallorca. Sus proclamas fueron seguidas de gritos que pedían la libertad de los detenidos en la protesta, que son 69 según el Gobierno venezolano y más de 200 según organizaciones de derechos humanos. Los venezolanos reunidos frente a la sede diplomática, resguardada por varios policías, denunciaron la “censura” a los medios de comunicación. “Pedimos que se restituya la libertad de prensa. En Venezuela hay un black out (apagón) informativo, el gobierno ya se quitó la careta”, se quejó Leonardo Ramos.

Los venezolanos cantaron el himno nacional de su país, pero Beto explicó que la canción que a él realmente le emociona es una de autor desconocido que se llama simplemente Venezuela. “Cuando la escuché ayer ya sí lloré”, cuenta. “Veía las noticias y me daba tristeza por mi país, ellos están allá arriesgando sus vidas y yo no puedo estar aquí viendo televisión. Quiero que vean que aquí los apoyamos y que no olvidamos nuestras raíces”, explicó el joven organizador. Los asistentes acabaron gritando: “¡Viva Venezuela!, ¡viva México!”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_