El Salvador recibirá como un héroe al náufrago perdido en el Pacífico
Salvador Alveranga regresará a su país después de la odisea que le ha mantenido 13 meses en un barco a la deriva
La historia de Salvador Alvarenga es fantástica, casi increíble y digna de un guión para una película sobre las vicisitudes de un pobre pescador de tiburones en la costa Pacífica mexicana de Chiapas, de donde partió en diciembre de 2012, junto a otro pescador, para desaparecer en alta mar y ser encontrado 13 meses más tarde. El hombre, de 37 años, sobrevivió comiendo pescado crudo, carne y sangre de tortuga. El Salvador, su país de origen, se prepara para recibirlo dentro de una semana como si de un héroe se tratase, según anunció este lunes el ministro de Relaciones Exteriores, Jaime Miranda.
El canciller estuvo acompañado en la conferencia donde hizo el anuncio por su viceministro para los salvadoreños en el exterior, Juan José García. Ambos aseguraron que Alvarenga se encuentra en Hawaii y luego se trasladará a otra ciudad de Estados Unidos. El relato del náufrago ha sido puesto en duda por varios expertos que consideran que su aspecto físico es mejor del que correspondería a alguien que ha pasado tanto tiempo en alta mar, sin alimento ni agua.
En El Salvador dan por buena su historia. “En todas las escalas se le está brindando atención médica y se le hace un chequeo. Esperamos que en Estados Unidos el chequeo que se le haga resulte positivo, para que pueda llegar a El Salvador”, recalcó el canciller Miranda, quien agregó que tanto Alvarenga como su familia han solicitado privacidad absoluta.
“Han manifestado sentirse agobiados por la prensa… Así que nosotros aquí vamos a esperar al Señor Alvarenga y dependerá de él si va a querer hablar con la prensa”, apuntó Miranda. Cuando pise tierra salvadoreña el ahora famoso personaje será sometido a un estricto chequeo médico y se estudian programas especiales para ofrecerle ayuda.
El salvadoreño pudo sobrevivir, mientras que la suerte del otro acompañante, un joven mexicano, fue otra: murió a las pocas semanas del naufragio. Alvarenga tuvo que lanzar el cadáver al mar.
Los padres del pescador, María Julia y José Ricardo, residente en la comunidad llamada Garita Palmera, en la costa occidental salvadoreña, daban por muerto a su hijo. Cuando supieron de la hazaña que atravesó su hijo y de su supervivencia, ambos de echaron a llorar.
“Lo creíamos muerto; muchos tiempo sin saber de él… Esto ha sido un milagro, la gloria es para Dios”, repetía su madre María Julia entre lágrimas. Alvarenga es un hombre fornido, desde los 14 años de edad es pescador, narró su padre, quien dijo que su hijo se había marchado a México en busca de una “mejor vida”.
“No somos quienes para determinar la autenticidad de toda la historia de Alvarenga, no somos los encargados de ello. Lo que hemos hecho es acudir a brindarle toda la asistencia consular, que es el servicio que estamos obligados a dar a cualquier salvadoreño en estas circunstancias”, explicó el canciller Miranda.
El funcionario dijo también que al náufrago se le ha dado un pasaporte provisional de El Salvador, para que pueda hacer el recorrido de retorno a su tierra natal. Estados Unidos también le ha dado una visa de tránsito.
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