Obama insta al reconocimiento de dos Estados en su condolencias por Sharon
El presidente de EE UU reafirma el compromiso de su país con el proceso de paz que aspira a rubricar antes de que finalice su segunda legislatura
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha aprovechado su mensaje de condolencias por la muerte del antiguo Primer Ministro israelí Ariel Sharon para defender el reconocimiento de dos Estados, el de Israel y el de Palestina, como condición prioritaria para lograr un acuerdo de paz definitivo en Oriente Próximo. Sobre esa base, de la que Sharon siempre se mostró fue escéptico e incluso reacio, es sobre la que se está desarrollando el último proceso de diálogo entre israelís y palestinos, que el actual secretario de Estado, John Kerry, ha impulsando personalmente con la intención de lograr que se culmine antes de que finalice la segunda legislatura de Obama.
“Reafirmamos nuestro compromiso inquebrantable con la seguridad de Israel y nuestro reconocimiento de una amistad duradera entre dos naciones y sus respectivos habitantes”, señala el presidente en su comunicado, tras destacar que Sharon dedicó toda su vida al Estado de Israel. “Vamos a continuar nuestros esfuerzos por alcanzar una paz y una seguridad duradera para el pueblo israelí, a través de nuestro compromiso con el objetivo final de dos Estados que convivan en paz y seguridad”.
Las declaraciones de Obama están en sintonía con el acuerdo marco que Kerry presentó al Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y al presidente palestino, Mahmud Abbas, a comienzos de enero, en su décima visita a la zona desde que tomara posesión de la cartera de Exteriores estadounidense. La propuesta del secretario de Estado recoge las principales peticiones que reclaman los negociadores, entre ellas, la declaración de Palestina como un Estado independiente con capital en Jerusalén oriental, la de Israel como un Estado judío y el reconocimiento de las fronteras previas a 1967.
Aunque antes de finalizar su mandato como Primer Ministro, Sharon se lamentó de que una de las cosas que le quedaban por hacer era haber logrado la paz con los palestinos, Aaron David Miller, principal asesor de los secretarios de Estado de EE UU en las negociaciones palestino-israelíes, entre 1988 y 2003, recuerda a EL PAÍS que el fundador de Kadima “nunca fue un hombre de paz” y que tenía “profundas dudas sobre la viabilidad de un Estado palestino”. Pese a ello, su pupila política y actual ministra de Justicia de Israel, Tzipi Livni, es la que lidera las negociaciones de paz con los palestinos.
Durante su mandato como Primer Ministro, Sharon forjó una estrecha relación con el entonces presidente de EE UU, George W. Bush, quien en 2002, durante los momentos más duros de la represión israelí sobre militantes palestinos, lo calificó como "un hombre de paz". Este sábado, tras conocerse su fallecimiento, Bush ha recordado que el mandatario israelí fue "un guerrero y un aliado en la búsqueda de la seguridad en Tierra Santa y de un Oriente Próximo mejor y pacífico".
El último intento por lograr un acuerdo de paz entre Israel y Palestina se inició el pasado mes de julio en Washington, en un ambiente de extremada cautela y altas dosis de escepticismo por parte de todos los actores implicados. Ambas partes han acordado mantener en secreto el curso de las negociaciones y se han dado de plazo hasta finales de abril para concluir el diálogo, aunque EE UU, está decidido a ampliar ese plazo.
La Casa Blanca ha anunciado que será el vicepresidente Joe Biden quien encabece la delegación de EE UU en el funeral por Sharon.
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