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Los Ángeles, una ciudad en declive

Los más graves problemas de la ciudad californiana son la pobreza, el tráfico y la crisis de liderazgo, según el informe de una comisión

Una mujer sin techo camina por las calles del centro de Los Ángeles
Una mujer sin techo camina por las calles del centro de Los Ángeles F. Brown (AFP)

Demoledoras son las conclusiones del informe “A Time for truth” (La hora de la verdad), elaborado por Los Ángeles 2020 Comission, una comisión independiente formada por 13 ciudadanos y presidida por el ex Secretario de Comercio, Mickey Kantor.

Los Ángeles apenas se mueve, cuando el resto del mundo marcha hacia delante. Estamos fallando en adaptarnos a las realidades del siglo XXI y nos estamos convirtiendo en una ciudad en declive”. Así comienza el informe, y continúa con una devastadora mirada hacia lo que considera las lacras de “la que un día fue donde sucedía el futuro y ahora vive en el pasado”.

La primera de esas lacras es la pobreza, con el 40% de la población viviendo en la miseria, un porcentaje que es el más alto entre las grandes ciudades de EE.UU. Según el informe, ello es producto de “dos décadas de lento crecimiento del empleo, con tasas de desempleo muy por encima de las del resto de la nación, y de la congelación de los salarios, con un 28% de los trabajadores que no reciben una paga suficiente para vivir”.

Otra de las lacras que apunta el informe es el tráfico. Los Ángeles encabeza el ranking de las ciudades con más congestión de tráfico de Norteamérica y la cuarta en el mundo. Incluso si se llevasen a cabo todos los proyectos de transporte público (autobuses, metro y tren), ahora mismo paralizados, el tráfico no experimentaría ninguna mejora considerable.

'A Time for truth' apunta también al sistema educativo. “Las escuelas públicas están fallando y traicionando la esperanza de los padres de la clase trabajadora de conseguir un futuro mejor para sus hijos”, señala. Y aporta los siguientes datos: “Este año el Distrito de Escuelas Unificadas de Los Ángeles gastará 7.100 millones de dólares en educar a 640.000 estudiantes, pero, según una encuesta, menos del 60% acabarán graduándose en una escuela superior. ¿Cómo van a poder competir en una economía global en la que educación y salario están unidos?”

Las críticas al presupuesto municipal, víctima de un déficit crónico, se hacen también notar en el informe, que cifra los gastos como la única partida que ha crecido en los últimos años, sin que se corresponda con un aumento de los ingresos. “Ello pone en peligro el mantenimiento de los servicios existentes y de infraestructuras básicas, así como las pensiones de los trabajadores públicos”. El dinero para este último fin ha descendido del 50% a menos del 10%, lo cual ha hecho sonar las alarmas. Además el coste de la seguridad social y las pensiones para estos trabajadores ha subido del 3% al 18%.

Y por si fuera poco, la ciudad sufre también “una crisis de liderazgo y dirección”, se señala sin ambages, criticando el hecho de que “el gobierno de la ciudad anuncia montones de planes y proyectos, pero muy pocos resultados”.

El informe concluye intentando vislumbrar luces al final del túnel: ”Los Ángeles tiene todos los ingredientes para superar este declive y salir adelante, entendiendo por ello oportunidades económicas, trabajos bien pagados y confianza en la institución municipal. Para ello se necesita un liderazgo transparente, dispuesto a hacer reformas y a promover valores que beneficien a todos”.

La comisión ciudadana anuncia que publicará próximamente otro escrito con un estudio de las medidas concretas que se necesitan para que la ciudad recobre el esplendor perdido.

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