EEUU aprieta el cerco al cartel de Sinaloa

Rodrigo Aréchiga, conocido como El Chino Ántrax, fue detenido a principios de esta semana en el aeropuerto de Ámsterdam al bajar de un avión comercial procedente de Sudamérica, según ha confirmado este viernes la policía militar holandesa. Aréchiga, de 33 años, es líder de un grupo de pistoleros que opera en Culiacán, la capital del Estado de Sinaloa (noroeste de México). La banda, conocida como Los Ántrax, recibía órdenes directas de Ismael El Mayo Zambada, líder del poderoso cartel de Sinaloa junto con Joaquín El Chapo Guzmán. Una portavoz del Ministerio de Justicia holandés ha señalado a EL PAÍS que el detenido se encuentra bajo custodia a la espera de que un juez autorice su extradición a Estados Unidos.

Los detalles de su detención no han sido revelados por las autoridades holandesas, quienes se limitaron a anunciar el arresto de un ciudadano mexicano de 33 años que contaba con una orden de captura emitida por la Interpol. Su caso está “relacionado al narcotráfico”, confirmó la portavoz del ministerio de Justicia. Fuentes de la Oficina Federal Antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés) y el ministerio de Exteriores mexicano han confirmado la identidad del sospechoso a la agencia Associated Press.

En Sinaloa, Rodrigo Aréchiga es señalado como un integrante “relevante” para el grupo criminal. “Es el encargado de la seguridad de la capital”, asegura un periodista especializado en temas del narcotráfico. Detalla que la célula criminal que encabezaba, Los Ántrax, logró la renuncia del secretario de Seguridad Pública de Culiacán, Carlos Ontiveros, al amenazarlo de muerte.

Un portavoz de la fiscalía mexicana ha asegurado que Aréchiga “no contaba con antecedentes penales ni su nombre figuraba en alguna averiguación previa”. La Policía Federal, no obstante, lo relaciona al entorno cercano del capo del cartel.

Un juez holandés contará con 60 días para determinar el destino de Aréchiga, que es reclamado por Estados Unidos. Si el magistrado autoriza el traslado, el Chino Ántrax será sometido a un juicio en la Corte del Distrito Sur de California, en San Diego. Serafín Zambada Ortiz, uno de los hijos del Mayo Zambada, también será sometido a un proceso penal allí mismo a partir del próximo 17 de enero. El vástago del narcotraficante fue detenido el pasado 20 de noviembre en Nogales, Arizona.

La detención de Aréchiga asesta un nuevo golpe a la estructura que rodea a uno de los capos más poderosos de México. En octubre de 2012, uno de los principales lugartenientes del cartel, Manuel Torres Félix, apodado El Ondeado, fue abatido por la Armada. En diciembre de 2013, un tiroteo entre narcotraficantes y autoridades federales en una exclusiva zona turística del estado de Sonora (al norte del país) acabó con la vida de Gonzalo Insunza, el jefe de sicarios del Mayo Zambada. Las autoridades creen que ahí acabó la historia de El Macho Prieto, a pesar de que delincuentes se llevaron el cuerpo antes de que se identificara.

En Sinaloa describen a Aréchiga como un ‘narco’ “vanidoso”. Creció en el humilde barrio de Las Huertas, en Culiacán. Su paso por el cartel tuvo un punto culminante cuando le fue encargada la seguridad de los hijos de Zambada. Quizá fue a ellos a quienes aprendió el gusto por el lujo y adoptar la buena vida que documentaba en su cuenta de Instagram (jamesbond5_7), donde compartía con sus 118.000 seguidores fotografías de sus viajes a Madrid, Las Vegas, Japón y Oriente Próximo. A pesar de que ocultaba su rostro en cada fotografía que subía a las redes, el Chino Ántrax hacía todo menos esconderse. En las redes sociales incluso sorteaba automóviles y regalos entre sus seguidores. Esa vida, inspirada por momentos en el Tony Montana de Scarface, parece llegar hoy a su fin.