Hezbolá denuncia el asesinato en Beirut de un comandante de su brazo armado
La milicia chií libanesa acusa a Israel de haber matado a Hasán Hulo al Laqis El Gobierno israelí rechaza la acusación Un grupo suní reivindica el atentado
Hasan Hulo al Laquis, líder militar del partido-milicia Hezbolá, ha sido asesinado en la media noche del martes en Beirut. A modo de ejecución Al Laqis recibió cinco disparos en la nuca en el parking de su casa, falleciendo pocas horas después. Se trata del primer asesinato de un líder militar de Hezbolá como parte de una campaña de atentados y ataques contra la milicia, su benefactor Irán y áreas civiles controladas por Hezbolá en el Líbano como castigo por su participación en Siria en apoyo al régimen de Bachar El Asad.
La milicia acusa a Israel de estar detrás del ataque. El Gobierno israelí rechaza de plano la acusación. En un mensaje de Twitter, un grupo autodenominado como El batallón de los Sunitas Libres de Baalback ha reclamado la autoría del atentado: “El batallón de los Sunitas Libres de Baalback reivindica oficialmente la autoría de la heroica operación jihadista del asesinato de un líder del partido del demonio [por Hezbolá] Hasan Hulo Al-Lakis en su territorio”
El asesinato ocurrió poco después de que el Sayed Hassan Nasralá -líder de Hezbolá- diera una entrevista a un canal de televisión libanés en la que acusaba a Arabia Saudí de estar detrás del atentado suicida del pasado 19 de noviembre contra la embajada iraní en Beirut. Nasralá aseguró anoche que Hezbolá “No está luchando en favor de Siria” para añadir que su presencia en Siria es “muy modesta”.
“El Sheij Hasan Hulo al Laquis, uno de los líderes de la resistencia islámica fue asesinado cerca de su casa en el área de Santa Teresa en Hadath” declaraba la milicia en un comunicado publicado por la cadena Al Manar cercana a Hezbolá. En el comunicado se califica a Al Laquis de “Jihadista, líder y padre de un mártir asesinado por Israel en la guerra de julio de 2009”.
La milicia acusa a Israel de estar detrás del ataque: “El enemigo Israel ha intentado matar Al Laquis en numerosas ocasiones, pero sus intentos han fracasado hasta el sucio asesinato de anoche”. En una conversación telefónica, Rana Salaa, responsable de prensa de Hezbolá, rehusaba comentar sobre el asesinato asegurando que “Se trata de un importante líder militar de la milicia y que en las próximas horas se retransmitirá más información sobre el mártir”. Por su parte, el portavoz del ministro israelí de Asuntos Exteriores ha negado responsabilidad alguna.
La participación de Hezbolá – miembro de la coalición política que lidera al Líbano- en la guerra Siria le han convertido en el objetivo de violentos ataques en suelo libanés. El primer aviso se producía el pasado mes de julio cuando un atentado con coche bomba en Dahie, periferia chií de Beirut y feudo de Hezbolá, dejaba decenas de heridos sin producir víctimas mortales. Un mes más tarde otro atentado sacudía el vecindario de Dahie cobrándose la vida de 27 personas. El tercer atentado se dirigía por primera vez contra el benefactor de Hezbolá y firme aliado del régimen sirio, cuando dos suicidas arremetían el pasado mes contra la embajada iraní en Beirut matando a 23 y dejando más de 150 heridos. Las brigadas de Abdulá Azam vinculadas a Al Qaeda reclamaron la autoría del doble atentado.
La muerte de Al Laquis inserta un nuevo elemento en la guerra abierta contra Hezbolá, con un primer asesinato selectivo de un alto cargo militar. Hezbolá perdió a Ali Hussein Nassif, considerado líder militar de la milicia en Siria, en los enfrentamientos de Qusair en octubre de 2012. En 2005 el entonces responsable de la rama militar de Hezbolá, Imad Mugnie, era asesinado en Damasco con una bomba plantada en su vehículo. Hezbolá acusó a Israel de la muerte de Mugnie y prometió represalias.
El asesinato de Al Laquis llega en una delicada coyuntura en la que el histórico acercamiento entre Estados Unidos y Rusia e Irán producen avances tanto en el plan de desarme nuclear iraní como en las negociaciones de paz con Siria. Tanto Arabia Saudí como Israel se oponen a dichas negociaciones.
Oposición y régimen sirios tienen cita en las negociaciones de paz fijadas en Ginebra II el 22 de enero en las que el devenir del presidente sirio se convierte uno de los puntos más espinosos. “La decisión queda en manos del presidente Asad. Liderará el periodo de transición, si hay tal periodo. Es el líder de Siria, y seguirá siendo el presidente de Siria” aseguraba hoy el ministro de información sirio Omran Al Zohbi en declaraciones recogidas por la agencia nacional de noticias siria SANA.
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