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ENTREVISTA: María Mercedes Aranguren, diputada disidente del chavismo

“Todo es parte de una gran farsa”

Aranguren, diputada opositira del chavismo recién despojada de su inmunidad parlamentaria, enfrenta un juicio por malversión

El Tribunal Superior de Justicia podría procesar a la diputada venezolana María Mercedes Aranguren.
El Tribunal Superior de Justicia podría procesar a la diputada venezolana María Mercedes Aranguren. AP

La parlamentaria independiente María Mercedes Aranguren, una vez despojada de su inmunidad parlamentaria este martes, se prepara para enfrentar un juicio por malversación de fondos en la administración de un estadio de fútbol. Su escaño (curul) será ocupado en la próxima sesión por su suplente, Carlos Flores, el diputado 99, el voto que le faltaba al presidente Nicolás Maduro para acceder al poder legislativo.

Pregunta. Ahora que le quitaron la inmunidad parlamentaria parece haber llegado lo que tanto temía la oposición. ¿Le están cobrando alguna factura?

Respuesta. Siento que me han vulnerado mis derechos. Había varias sanciones que habrían podido aplicarme. La ley de Partidos Políticos, que establece sanciones a los disidentes, o un referéndum revocatorio, pero esperaron a que se creara la necesidad con la Ley Habilitante para reactivar una vieja cuenta que tenían conmigo desde 2008. Todo es parte de una gran farsa. Por eso durante la sesión les dije a los diputados del gobierno que disimularan un poquito.

Ellos necesitan cumplir con las formas: que un fiscal solicite que me allanen mi fuero parlamentario, que la Fiscal General haga la petición formal ante el Tribunal Supremo de Justicia, que este diga que hay méritos para enjuiciarme. Pero en realidad todo está decidido desde el mismo momento que el chavismo advirtió que necesitaba un voto para delegar en Maduro poderes para legislar. Era algo que se veía venir.

P. ¿Por qué usted afirma que su suplente, Carlos Flores, es el voto que le falta al partido de Gobierno para habilitar como legislador al presidente?

R. Yo tenía una relación muy fluida con Carlos Flores. Incluso cuando nos incorporamos al Parlamento luego de las vacaciones de verano y llegó la primera citación del fiscal solicitando el antejuicio de mérito en mi contra, él me dijo que diéramos una rueda de prensa rechazando tal medida. Eso fue el 17 de septiembre. Dijo entonces que él jamás podría ser el voto restante porque había sido afectado por el Gobierno.

La finca de su familia, que produce leche y cría ganado, fue ocupada por invasores y nadie le había reconocido el derecho sobre su propiedad. Desde esa fecha no se comunicó más conmigo ni con mi equipo. Al parecer, lo han visto ingresando a su finca acompañado por guardaespaldas. Es ahora una hacienda próspera. Si desapareció de esa forma y ha vuelto a su propiedad lo que ocurrirá a partir del jueves es casi una operación aritmética. Dos más dos son cuatro.

P. ¿Por qué se separó usted del Gobierno?

R. Es una historia larga, pero que podría resumir en pocas frases. Me sumé al Partido Socialista Unido de Venezuela en 2006 cuando el presidente Hugo Chávez nos convocó a formar una gran organización de la revolución y a dejar las siglas de nuestros partidos. Así lo hicimos. Desde entonces me sentí incómoda y hubo varios roces, pero cuando en febrero de 2012 ocurrió el derrame de 200 mil barriles de petróleo en el río Guarapiche, en el estado Monagas por mala praxis de Pdvsa, ocurrió el deslinde definitivo.

El Gobierno regional decidió cerrar la planta de tratamiento de agua para que no se contaminara. La dirección nacional del partido quiso obligarnos a abrirla y a decir que no había peligro para la gente, pero nos negamos. Nunca nos perdonaron la desobediencia. Ellos solo se relacionan con la militancia administrando el miedo.

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