Asesinado un alcalde en Michoacán que había denunciado al crimen organizado
El Gobierno mexicano reconoce que no tiene la capacidad de proteger individualmente a los funcionarios amenazados
Ygnacio López Mendoza había estado en huelga de hambre frente al Senado de México en el mes de octubre porque quería llamar la atención de las autoridades federales antes la falta de recursos del municipio de Santa Ana Maya, en Michoacán, en donde era alcalde. Lo mataron este jueves, después de haber denunciado el pago de cuotas de alcaldes de la región al crimen organizado y de que hiciera público que había llegado a un acuerdo con el Gobierno de Peña Nieto para mejorar la distribución de recursos públicos.
El secretario de Gobernación (Interior), Miguel Ángel Osorio Chong, reveló la tarde del viernes que había recibido tres veces a López Mendoza en su despacho para atender sus peticiones. Además, reconoció que el Estado mexicano no tiene la capacidad de proteger individualmente a los alcaldes que han sido amenazados por grupos del crimen organizado.
"No podemos ponerle un cuerpo de seguridad a cada municipio, a cada Presidente Municipal, pero ellos tienen que cooperar mejor para resolver la inseguridad en sus municipios. No podemos justificar la no cooperación con que están amenazados", mencionó Osorio Chong en una comparecencia en el Senado.
La Asociación de Autoridades Locales de México A.C. (Almac), que denunció que López Mendoza había sido asesinado antes de que las autoridades lo reconocieran, ha señalado que 250 alcaldes de 10 Estados de México han sido amenazados por el crimen organizado. El mismo alcalde de Santa Ana Maya había declarado ante esta asociación que los líderes de estos grupos le pedían 100.000 pesos (unos 7.600 dólares) al mes para garantizarle seguridad.
Las consecuencias de no entregar dinero al crimen organizado han sido fatales para López Mendoza. Su cuerpo fue hallado sin vida dentro de una camioneta en Acámbaro, Estado de Guanajuato, en la carretera estatal Acámbaro-Santa Ana Maya-Moroleón. En un principio trascendió que el presidente municipal había sufrido un accidente de tráfico, pero la Fiscalía de Guanajuato y su familia confirmaron más tarde que el doctor había sido torturado, asfixiado y asesinado a golpes de piedra. Según informó la Almac, el político fue sacado a la fuerza de su domicilio el miércoles y desde entonces se desconocía su paradero.
El alcalde, de 60 años de edad, y del Partido del Trabajo, estaba a punto de cumplir su segundo año de mandato. Antes de ser asesinado, denunció públicamente que políticos del Estado estaban coludidos con el crimen organizado.
A través de su cuenta de Twitter el expresidente Felipe Calderón, originario del Estado de Michoacán, comentó el crimen: "Por obra tenemos que darle a Templarios el 10%. Todos los Alcaldes de Michoacán estamos con ese problema. Alcalde presuntamente asesinado" y el "Gobierno Federal debe evitar que PGJ de Michoacán manipule autopsia e investigación de muerte de alcalde de Sta. Ana Maya y atraer el caso".
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