Un periodista guatemalteco asegura que hay un plan para asesinarlo
José Rubén Zamora responsabiliza al presidente Otto Pérez y a la vicepresidente, Roxana Baldetti, de promover un atentado en contra de su vida
El periodista José Rubén Zamora, de 56 años, presidente del matutino elPeriódico, denunció este viernes públicamente que está en marcha un plan para asesinarlo y señaló directamente al presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, y a la vicepresidenta, Roxana Baldetti, de promover la conspiración en contra de su vida.
Es un enfrentamiento que se remonta a los primeros días de la administración de Pérez Molina, en enero de 2012. Según Zamora, es un ciclo que se ha repetido en cinco de los últimos seis gobiernos: empieza con ofrecimientos millonarios en publicidad, a cambio de cerrar los ojos a los desmanes de los gobernantes, “a cambio de mi silencio cómplice”, puntualiza.
En declaraciones a EL PAÍS, Zamora asegura que él y elPeriódico han sobrevivido a campañas similares. “No es primera vez que enfrento una campaña de este tipo. He sido acusado de guerrillero, de apologista de la derecha golpista, de dedicarme al contrabando, de lavar dinero, de narcotráfico, de corrupto… buscando mi asesinato moral. Mi preocupación es tratar de brindar mi credibilidad, que es el único activo que tenemos los periodistas”.
Para Zamora, el gobierno actúa con una dramática falta de originalidad: “La pareja Pérez-Baldetti para nada es creativa. Conozco perfectamente su guion, pues lo he sufrido en carne propia. Son cinco pasos: Intento de soborno. Si falla, ahogo financiero. Si fracasa, campañas de desprestigio personal usando todos los medios, si eso resulta poco efectivo, montajes judiciales y, finalmente, atentados directos”.
Para el comunicador, el gobierno ya ha agotado las etapas previas al atentado, mientras él ha logrado sobrevivir al boicot económico. “En elPeriódico no hemos tenido anuncios del Gobierno, ni los queremos. Cuando uno no acepta estos negocios, que solo pretenden callar tus denuncias, empiezan una campaña de boicot comercial. En nuestro caso, han amedrentado a empresas privadas para que retiren su publicidad. Nos consta que Otto Pérez y la vicepresidenta, Roxana Baldetti, han llamado personalmente a nuestros anunciantes amenazando con represalias si no retiraban la publicidad. En el último año han logrado retirarnos 14 millones de quetzales (1,75 millones de dólares) lo que para nosotros es una cifra gigantesca”.
Respecto al posible atentado en contra de su vida, Zamora dice conocer detalles que rayan en lo macabro: “Sé, de buena fuente que hay un plan, cuyo nombre clave es Tiro de Gracia, que tiene un fin bien determinado: si no logran asesinar mi credibilidad, eliminarme físicamente y responsabilizar del atentado a algún mafioso cuyas actividades he desvelado públicamente. No va a ser difícil encontrar un culpable. Se sabe, incluso, el nombre de este mafioso que, para más señas, fue financista de la campaña de Pérez, pero que cayó en desgracia”.
Más allá de su caso particular, Zamora, que en 1994 fue galardonado con el premio Maria Moors Cabot por la Universidad de Columbia (Nueva York), ve en alto riesgo la libertad de prensa en Guatemala. “Nuestra democracia”, dice, “ha sufrido una metamorfosis siniestra y se ha transformado en una cleptodictadura. Elegimos, cada cuatro años, a un cleptodictador que cogobierna con el crimen organizado y alguno de sus financistas de campaña”.
Añade que es muy importante que, internacionalmente, la opinión pública se percate de que en Guatemala, luego de la firma en 1996 de los acuerdos de paz, lo que nació fue un monstruo. Un Estado fallido cooptado por los carteles de narcotraficantes y que se ha convertido en una dictadura perfecta donde lo único que hacemos es elegir un nuevo sátrapa cada cuatro años.
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