Un apagón paraliza a más de la mitad de Venezuela
Un fallo deja sin energía eléctrica a 14 de los 24 Estados venezolanos, incluyendo el área metropolitana de Caracas
Un apagón de gran magnitud afecta desde aproximadamente la una de la tarde local a 14 de los 24 estados de Venezuela, incluyendo el área metropolitana de Caracas, la capital. Según reportó el ministro de la cartera de Electricidad, Jesse Chacón, la falla se presentó en la línea 765, que suministra el 65% de la energía eléctrica que usa el país.
Las autoridades gubernamentales se apresuraron a atribuir el incidente a un sabotaje. Si bien Chacón fue cauto y se limitó a informar que ya se disponía a abrir una investigación para “determinar el origen de la falla con los cuerpos de seguridad del Estado”, el propio presidente, Nicolás Maduro, no ahorró adverbios en su cuenta de Twitter para alimentar la sospecha: “Estoy al frente de la situación que extraña y abruptamente se ha presentado en el servicio eléctrico”, escribió, sin esperar a los resultados de las investigaciones. “A esta hora todo parece indicar que la extrema derecha ha retomado su plan de Golpe Eléctrico”.
El caos se apoderó de Caracas, donde el servicio de trenes subterráneos se interrumpió por una hora y los semáforos y otros sistemas urbanos dejaron de funcionar. Aunque el suministro eléctrico comenzó a restablecerse hacia las primeras horas de la tarde, todavía continuaban fuera del aire muchas emisoras de radio del área metropolitana. Los atascos reinaban en el tránsito de vehículos.
El apagón afectó a vastas zonas del territorio venezolano, sobre todo del centro y occidente, aunque también afectó a barrios de ciudades del oriente del país, como Puerto La Cruz. El ministro Chacón advirtió que el arranque de turbinas y la recuperación de todo el sistema tomarían tiempo. También informó que se hacían gestiones con autoridades colombianas para obtener energía a través de la interconexión con el país vecino, de modo de disminuir las dificultades, sobre todo, en los estados andinos de Venezuela.
Los cortes y apagones, programados o no, se han vuelto rutinarios en Venezuela, una potencia energética de escala mundial que otrora se enorgullecía de su sistema de producción y distribución de electricidad. Esos incidentes se hicieron más frecuentes desde el año 2010, cuando se hizo claro que habría un déficit masivo de corriente eléctrica. Entonces el gobierno de Hugo Chávez, presidente para la época, achacó la crisis a una severa sequía que afectaba la disponibilidad de agua para alimentar el sistema venezolano, muy dependiente de la producción hidroeléctrica.
Chávez firmó un decreto de emergencia que permitió hacer compras indiscriminadas, y sin controles de ningún tipo, de equipos para la generación eléctrica. En Venezuela y, sobre todo, el exterior. La excepción decretada por el gobierno contribuyó a engordar sobreprecios y los casos de corrupción vinculados a adquisiciones de equipos eléctricos, algunos de los cuales fueron ventilados por la prensa pero sistemáticamente desatendidos por las autoridades del Estado.
A tres años de esa emergencia, las deficiencias del suministro eléctrico continúan, lo que ha quedado en evidencia por el incidente de hoy. Nada más ayer, lunes, el ministro Chacón se ufanaba de haber conseguido, según cifras oficiales, una reducción del 75% en los apagones en solo 100 días de gestión, cifras puestas en cuestión por los sectores opositores y la experiencia cotidiana de los venezolanos. También ayer, habitantes de Ocumare de la Costa, población turística del estado de Aragua (costa central de Venezuela) protagonizaron violentos disturbios al cumplir seis días sin energía eléctrica, servicio que les fue restablecido en la madrugada de hoy.
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