El Pentágono anuncia medidas para luchar contra los abusos en el Ejército
Un informe reveló un aumento del 37% de agresiones en el último año
El Departamento de Defensa de Estados Unidos anunció este jueves nuevas medidas para luchar contra los abusos sexuales en el Ejército y aumentar la protección de las víctimas. Las fuerzas armadas norteamericanas se encuentran inmersas en una crisis tras el aumento de las agresiones en el último año.
“Las agresiones sexuales son una mancha en el honor de los hombres y mujeres que sirven a nuestro país”, declaró en un comunicado el secretario de Defensa, Chuck Hagel. “También es una amenaza a la disciplina y la cohesión de nuestras fuerzas. Debemos eliminarlo”.
El Pentágono reveló en un informe el pasado mes de mayo que se había producido un aumento del 37% en el número de agresiones entre 2011 y 2011, con un total de 26.000 denuncias -cerca de 70 cada día. Las agresiones abarcan desde tocamientos hasta violaciones y en apenas 302 casos se llevó a cabo un procedimiento judicial contra el agresor.
“Las iniciativas anunciadas son sustanciales, pero solo constituyen un paso en el camino que debemos seguir para eliminar estos crímenes de nuestras filas”, afirmó este jueves el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney. “Ninguno de nuestros hombres ni mujeres en uniforme deben experimentar nunca el dolor y la degradación de una agresión sexual”.
Obama aseguró que las agresiones en el Ejército “dañan la seguridad nacional” de EE UU
Entre las medidas anunciadas por el Pentágono se encuentra el aumento de la asistencia legal disponible para las víctimas, así como la obligación de investigar las acusaciones siempre que se denuncie una agresión. Sin embargo, el Departamento de Defensa no ha accedido a una de las principales peticiones de las víctimas, como eliminar la intermediación de autoridades militares en este tipo de demandas. Según diversas organizaciones, este factor impide que avancen las investigaciones y disuaden a las víctimas de denunciar las agresiones al temer por el futuro de su carrera.
“El Pentágono está adoptando disposiciones y eso está bien, se trata de pasos positivos, pero no es el salto necesario para resolver el problema”, afirmó la senadora demócrata Kristen Gilibrand a la agencia Reuters. Varios legisladores han impulsado sin éxito iniciativas en los últimos meses para modificar el modo en que el Ejército lidia con las denuncias.
El informe publicado la pasada primavera coincidió con el relevo de varios especialistas en reclutar nuevos miembros de las fuerzas armadas, así como asesores de víctimas de ataques sexuales, acusados de agredir a compañeros de filas. El escándalo fue condenado incluso por el presidente Obama, quien aseguró que las agresiones en el Ejército “dañan la seguridad nacional” de Estados Unidos.
Hagel solicitó tras los escándalos que el Congreso limitase las competencias de los responsables de las bases militares para así permitir que los abogados del Ejército y no los mismos comandantes que supervisan en muchos casos a la víctima y su agresor. Sin embargo, ante la falta de avances de esta propuesta, el Pentágono habría optado por un paso intermedio en el que simplemente se obliga a realizar una investigación y se puede transferir al supuesto agresor a otra unidad.
El Congreso sí aprobó este año la creación de un organismo independiente que revise y analice el proceso para investigar y juzgar crímenes sexuales dentro del Ejército. Desde la dirección del último secretario de Defensa, Leon Panetta, se han implementado diversos programas piloto para luchar contra los abusos. Tanto su sucesor, Hagel, como el presidente Obama se comprometieron a continuar con sus iniciativas, pero las asociaciones de víctimas todavía exigen que vayan más allá.
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